Redacción deportes, 13 may (EFE).- El neerlandés Casper Van Uden (Picnic PostNL) se presentó por sorpresa en la cita de los velocistas para imponerse en la cuarta etapa del Giro de Italia, disputada entre Alberobello y Lecce, de 189 km, en la que mantuvo la maglia rosa de líder el danés Mads Pedersen (Lidl Trek).
Bienvenidos los esprínteres a Italia. En la primera fiesta a toda velocidad y en su debut en el Giro se impuso Van Uden (Schiedam, 23 años) por delante de los favoritos. Con un tiempo de 4h.02.21, a una media de 46,7 km/h, batió a sus compatriotas Olav Kooij (Visma) y Maikel Zijlaard (Tudor). En un día con sobresaltos, el danés Mads Pedersen entró cuarto, pero mantuvo la maglia rosa.
El ciclista nórdico saldrá de rosa en la quinta jornada con una ventaja de 7 segundos sobre el líder real, el esloveno Primoz Roglic, y 14 sobre el checo Mathias Vacek. En la quinta plaza aparece el mexicano Isaac del Toro, a 22, y el español Juan Ayuso es sexto a 25.
Francisco Muñoz por la heroica; Roglic rebaña 2 segundos
Apenas había bajado la bandera de salida cuando inició una escapada en solitario el español de 23 años Francisco Muñoz (Polti Visit Malta). Un viaje atrevido desafiando de salida a un pelotón que tenia marcada la etapa para un desenlace al esprint. No obstante, la ilusión impulsó al asturiano, quien puntuó en la única dificultad del día, el alto de Putignano (0,9 km al 6,1).
La persecución se vio alterada por una caída de 10 corredores que involucró, entre otros, al líder Mads Pedersen, al francés Romain Bardet y al italiano Ciccone. El pelotón estaba a 126 km de meta y Francisco Muñoz rodaba con 3.35 minutos de adelanto.
En este Giro se pelean los segundos como si fueran de oro. Los favoritos entran en la refriega por las bonificaciones de los esprints intermedios. En el de Ostuni pasó destacado Muñoz y después puntuaron 4 y 2 segundos Del Toro y Roglic. Ayuso, cuarto, se quedó sin premio.
No duró mucho más el sueño de Muñoz, atrapado por el pelotón a 57 km de la llegada. Después, en el esprint de San Pancracio Salentino, los esprínteres probaron fuerzas, y Kooij batió a Pedersen. Un aviso para una posible desenlace por velocidad en Lecce, ciudad sureña de la región de Puglia.
El Picnic ofrece un gran banquete a Van Uden
Con el grupo al completo se animó el ritmo, nadie se atrevió a rebelarse y los equipos de los velocistas fueron tomando posiciones a medida que se acercaba el circuito de 12 km que iba a ser el escenario del final de la primera etapa del Giro tras el paso por Albania.
La cita de los esprínteres cumplió el pronostico, pero antes hubo sustos, pues todo fue entrar en Lecce y caída al canto. De nuevo Pedersen implicado, un contratiempo con margen para rectificar, pues restaban aún 20 km. La carrera iba lanzada y se peleaba metro a metro dentro de la ciudad, que en algunos tramos presentaba estrechamientos peligrosos, embudos poco recomendables para la seguridad.
Lucha encarnizada en los últimos kilómetros. Lidl llevaba a Pedersen a buen recaudo, el Visma protegía a Kooij, pero ningún equipo imponía su «treno» ante los rivales. Ineos asomaba en cabeza, envolviendo a su líder, el colombiano Egan Bernal.
Pero el trabajo del Picnic no pasó inadvertido. Mientras los favoritos se marcaban la rueda, saltó de lejos Van Uden con una potencia descomunal para coger un primer puesto que ya no soltaría. Lo intentó Pedersen, era el día marcado por Kooij, pero el debutante en el Giro alcanzó la gloria en Lecce. Era su quinta victoria profesional.
Este miércoles se disputa la quinta etapa, entre Ceglie y Messapica Matera, de 151 km de recorrido, una jornada propicia para un final interesante por su perfil ondulado en los últimos 15 km. Antes, la única dificultad orográfica será el ascenso a Montescaglioso (2a, 2,9km al 8,4 por ciento).