Con una deuda que asciende a los Un mil 500 millones de bolívares, severos problemas en la infraestructura como filtraciones y daños a la pintura, casi el 70% de inoperatividad en los quirófanos, entre otras fallas a nivel de insumos médicos y medicamentos, fue entregado el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), por parte del exdirector de este centro de salud, José Ángel Ferrer, a la nueva autoridad encabezada por la doctora Estrella Uzcátegui, quien afirmó que es un reto rescatar este recinto asistencial.
Al cumplir 10 días de haber asumido el cargo como directora del Iahula, Estrella Uzcátegui presentó en rueda de prensa un diagnóstico de las fallas y debilidades de la institución, en cuanto a infraestructura, equipamiento de insumos médicos y fármacos.
Detalló que las carencias van desde los antineoplásicos (tratamiento del cáncer), con equipos y servicios de gran importancia que están inoperativos -como los utilizados para los trasplantes renales, la radioterapia para pacientes oncológicos, quimioterapia para niños y adultos-, insulina y anticonvulsivantes para pacientes diabéticos y epilépticos, hasta un simple antipirético.
En relación a la deuda, detalló que la misma supera el presupuesto aprobado para el año 2017, de mil 200 millones de bolívares.
También añadió que los pabellones de sala de parto y ginecología están inoperativos en un 50%, mientras que los ascensores se ubican en el mismo porcentaje.
Siguiendo con las fallas del hospital, las áreas de hemodinamia y cirugía cardiovascular están inoperativas, tampoco hay equipos de laparoscopia, artoscopio, resonador ni tomógrafo, “es más lo que falta que lo que tiene”, resaltó.
En relación al desabastecimiento de medicamentos para atender diferentes patologías, el mismo supera el 82%.
Estrella Uzcátegui señaló que los problemas en la infraestructura son críticos, aproximadamente más de 12 mil metros cuadrados están en franco deterioro, tanto en pintura como en obra limpia; asimismo la subestación eléctrica presenta daños en el funcionamiento, pues hay 2 generadores eléctricos averiados, 10 UPS que protegen equipos de alta tecnología están fuera de servicio.
“Hay un mil 828 bombillos y fluorescentes dañados, daños severos en tanques de agua y calderas, incinerador en un 40% operativo, daños en 606 elementos de la red de distribución de aguas blancas, central telefónica con el 25% de capacidad, flota de 10 vehículos todos inoperativos, los compresores de aire están inoperativos en un 50% con 64 tomas dañadas, entendiendo que el aire comprimido es lo que le suministra el oxígeno a los pacientes y áreas verdes invadidas por la buhonería, lo que colapsa el acceso al hospital y pacientes graves no han tenido por dónde entrar, además de la carencia de vigilancia por todos los organismos de seguridad”, enumeró la galeno.
Obras inconclusas y equipos dañados
Tras la salida de la anterior directiva queda un sinfín de obras inconclusas, comentó Estrella Uzcátegui, entre las que destacó la unidad de alto riesgo neonatal y servicio de anatomía patológica, solo se impermeabilizaron 1.500 metros cuadrados de 12.000 metros cuadrados dañados.
Por el Iahula pasó otra gestión sin que se culminara la obra del instituto de cardiología, reumatología y quirófanos de sala de parto y ginecología.
Trajo a colación que son 40 equipos de alta tecnología que están inoperativos, como el tomógrafo que no funciona desde el 2015; el resonador fuera de servicio desde 2009; equipos de Rayos X, ultrasonido, endoscopio, monitores, ventiladores, máquinas de anestesia, desfibriladores, radioterapia la cual está fuera de servicio desde el año 2015, mientras 5 mil 200 pacientes oncológicos -cuya enfermedad avanza- están a la espera de poder ser atendidos; también la planta de ósmosis de diálisis y la braquiterapia, entre otros equipos.
Presupuesto irreal
Los montos de los gastos operativos y las cantidades especificadas del presupuesto de funcionamiento no corresponden con la realidad, pues sin “pírricas” sumas; ya que para la compra de material médico quirúrgico se destinaban 9 mil bolívares y 33 mil bolívares para fármacos, cuando se estima un gasto mensual de 140 millones; 27 mil bolívares para la alimentación y bebidas de los pacientes, cuando se necesitan al menos 40 millones; 100 mil bolívares para los productos de aseo y limpieza, cuando la realidad es que se requieren 70 millones.
La doctora Estrella Uzcátegui aseveró que su misión no “es pelear con nadie”; por el contrario, recalcó que como galeno formada en esta institución trabajará con su equipo para rescatar el centro asistencial y exhortó al presidente Nicolás Maduro y al vicepresidentes, Tareck El Aissami, a unir los esfuerzos necesarios para garantizar la salud y el bienestar de los merideños y de todos aquellos pacientes que provienen de estados vecinos, inclusive de la frontera colombo-venezolana, a buscar un tratamiento para aliviar sus dolencias; pues puntualizó que de aprobarse los recursos necesarios ayudará a aliviar la crisis por la que atraviesa este centro de salud; de lo contrario, advirtió, la situación seguirá en decadencia.