La madrugada de este viernes, aproximadamente a las 3:00 de la mañana, otro torrencial aguacero cayó sobre el municipio Alberto Adriani afectando 10 viviendas en el sector Las Rurales, en la parroquia Monseñor Pulido Méndez.
El agua inundó las casas, dañando los muebles y artefactos eléctricos.
En esta zona, debido a la construcción de varios locales comerciales sin los permisos correspondientes por parte de la Alcaldía del municipio, se redujo de manera significativa la canalización de las aguas pluviales, lo que ocasiona que en temporadas de lluvias estas se desborden afectando las casas que están en los predios de esta canalización.
Juan Peña, alcalde de la ciudad, llegó hasta el lugar para ofrecer ayuda a las familias que perdieron sus enseres, y hasta la ropa.
El mandatario municipal confirmó lo expuesto por los afectados en relación a la construcción de los locales y luego de inspeccionar el sitio junto a los ingenieros, llegaron a la conclusión que los mismos deben ser demolidos; por tanto, se pondrán en contacto con el dueño para proceder con la demolición por ser ilegal y ocasionar daño a la comunidad.
“La ordenanza y las leyes de construcciones civiles son claras, pero primero debemos seguir los pasos, porque estas personas tuvieron una orden de paralización de la obra de la gestión pasada, pero no fue tomada en cuenta y siguieron construyendo y estas son las consecuencias, por lo que se seguirá al proceso de demolición, no podemos permitir que para beneficiar a una persona o familias tengamos que arriesgar la salud de toda una comunidad”, sentenció Peña.
Hablan los afectados
Saira Sánchez, miembro del Comité de Salud del consejo comunal de este sector, fue una de las personas afectadas por las torrenciales lluvias de los últimos dos días. Contó que el agua en la casa alcanzó aproximadamente un metro de alto, causando la pérdida de colchones, camas y artefactos eléctricos, eso sin mencionar la obstrucción por el barro que sufrió su sala sanitaria, dejando en condiciones deplorables su inmueble.
Sánchez narró que vivieron horas de angustia cuando una joven embarazada quedó atrapada en su vivienda con sus dos hijos, situación que ameritó la ayuda de todos los vecinos para abrir la puerta y poner a salvo a esa familia que quedó sin ropa ni colchones.
Para José Guillén la situación es agobiante llevan dos días sin dormir, pues no logran conciliar el sueño pesando en que el agua se les pueda meter nuevamente a sus hogares. Además de lamentarse por la pérdida de todos sus enseres, debido a la cantidad de agua que recibieron, clama a las autoridades para que solventen esta situación, “nunca había pasado y ahora se presentó debido a la reducción y desvío de la canalización producto de la construcción ilegal”.