Firmeza ante la Adversidad | Por: José Rojas

 

Consultorio para el alma

“Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. Romanos 15:22 “ hay que tener en cuenta que pablo estaba en la Ciudad de Corinto cuando él escribió esta epístola a los romanos. Él desesperadamente quería estar allí con ellos y ministrarles en persona. Él podía entonces llevar a cabo su objetivo, pero no era por falta de esfuerzo. Cuando Pablo dijo, «me he visto impedido,» no era una subestimación. Tal es el caso con muchos de nuestros esfuerzos cuando tratamos de servir fielmente a nuestro Señor.

A veces en el correr del servicio a  nuestro señor como evangelistas, pastores, maestros, o  discípulos se nos impide por diversas razones  cumplir con el mandato de la gran comisión.

Ejemplo de ello cuando deseamos ir a un lugar a consolar algún creyente se nos presentan obstáculos que nos obligan a reprogramar la agenda del día o cancelar citas previamente establecidas.

Es allí cuando nos preguntamos esto es una señal de Dios, tal vez nos previene  o nos prepara para algo mayor, por lo que sin inmutarnos, sin angustiarnos, reprogramemos las metas establecidas.

Pensemos que Dios no nos había llamado a nada más en su lugar. Mientras estábamos preocupados – debimos haber hecho la última cosa que Él nos dijo que hiciéramos, a menos que o hasta que, Él nos dijera algo diferente. Haciendo esto, modelamos el ejemplo de Pablo, de firmeza ante la adversidad. Por supuesto nuestra situación no es de ninguna manera ni cercana al nivel de dificultad que Pablo enfrentó cuando intentó viajar a Roma (naufragios, enfermedad, y más). Sin embargo,  somos  estorbados en nuestros esfuerzos también.

Es un hecho de la vida del cristiano que las cosas no siempre irán suavemente cuando seguimos a Dios. De hecho, muchas veces nuestra experiencia es justo lo contrario. Lamentablemente, muchas personas piensan que la adversidad es el modo de Dios de decir que estamos en el camino incorrecto. La mayor parte del tiempo lo contrario es cierto. Considere 1 Tesalonicenses 3:2-3: «y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones, porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos.» ¿Cómo ha estado usted manejando las pruebas en su vida? ¿Cómo debería hacerlo?, es bueno que intente responder de manera objetiva y sincera con usted mismo.

 

Salir de la versión móvil