Por Franchesca Díaz / Correo del Caroní
Trabajadores de la estatal Ferrominera Orinoco denunciaron a Correo del Caroní que la compañía viene desempeñando labores con múltiples contratas, volviendo a un sistema de tercerización que fue duramente criticado por la tolda pesuvista hace décadas. En este sentido, los afectados aseguran que los trabajadores pertenecientes a contratas perciben ingresos mucho más altos que el personal de la compañía.
“Volvieron las contratas a Ferrominera. Trabajos que antes hacían en Ferrominera como, por ejemplo, existe una Gerencia de Servicios Generales que hacía trabajos de plomería, electricidad, áreas verdes… Ahora hay una contrata que tienen para eso llamada Titán. Lo mismo es que antes se hacían trabajos portuarios y se tenía un personal para hacer ese trabajo, ahora tenemos contratas haciendo esa función. Lo peor es que esas contratas hacen el trabajo con equipos y personal de Ferrominera. Cuando quieren, por ejemplo, hacer reparación de vía férrea utilizan 5 trabajadores de las contratas y 10 es personal de Ferrominera, así se ahorran dinero. Esos 5 pertenecientes a la contrata, que les paga la contrata, cobran 300 dólares semanal, mientras que los que trabajadores de Ferrominera no llegan a 100 dólares quincenal”, puntualizó una fuente sindical que prefirió reservar su identidad.
Para octubre del año 2024 se conoció de una serie de inversiones que está haciendo la firma india Jindal Steel en Ferrominera Orinoco. Hay poca información oficial sobre esta alianza; sin embargo, los trabajadores aseguran que se trató de un intercambio por modernización de planta y reparaciones por materias primas. Para 2022 también se rumoró la presunta participación de esta compañía en la Siderúrgica del Orinoco, pero esto no se concretó.
Trabajadores de la planta han confirmado desde finales del año pasado la presencia de esta compañía internacional en la planta de Ferrominera. Asimismo han ofrecido detalles sobre mejoras en ciertos pagos e incorporación de personal. No obstante, también aseguran que la estatal ha incorporado personal foráneo a las líneas de trabajo, los cuales dependen de empresas externas y perciben mejores beneficios.
“Un trabajador de Ferrominera puede ganar unos 150 dólares quincenal. Eso no puede pasar. Que un trabajador de una contrata gane más que un trabajador de la compañía. Es muy grave”, manifestó el denunciante.
Personal activo de la compañía afirmó que hay trabajadores contratados que ganan hasta 45 mil bolívares quincenales, el equivalente a unos 600 dólares quincenales.
“Los de Exsa -contrata de la empresa- cobran la guardia de lunes a viernes 8 mil, 9 mil bolívares. Igual los de Ferrosur. Cuando meten sobretiempo ganan 19 mil, 22 mil bolívares semanales. Los supervisores ganan hasta 45 mil quincenal”, acotó un empleado de la planta de San Isidro, Ciudad Piar.
¿Qué es la tercerización?
Cuando se habla de tercerización, se refiere a la contratación de personal de compañías externas para la realización de una actividad empresarial. Por ejemplo, una compañía nacional que contrata a una constructora local para avanzar en la construcción de un edificio.
Durante el gobierno de Hugo Chávez se condenó la tercerización, puesto que se consideró una forma de integrar personal evadiendo responsabilidades laborales como pago de prestaciones y beneficios.
En la situación actual, los ferromineros aseguran que la disparidad entre los pagos del personal tercerizado y el de la compañía es demasiado amplia, a pesar de que se está realizando el mismo trabajo.
A pesar de que la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadores buscan salvaguardar la integridad del trabajador tercerizado, en este caso, los afectados aseguran que quienes no conforman la nómina de la estatal gozan de mejores condiciones laborales.
“Andan montados. Hay mucha plata. Esos trabajadores ganan dinero. Nosotros ganando una cuarta parte estaríamos mejor. Jefes de turno que se están llenando”, acotó el empleado.
Salario mínimo permanece estancado
Desde hace más de 3 años el salario mínimo venezolano permanece estancado en 130 bolívares, lo que representa menos de 2 dólares según la tasa del Banco Central de Venezuela.
Según especialistas, el Estado ha congelado el sueldo e incorporado bonificaciones para evitar el pago de pasivos labores y beneficios, los cuales se calculan con base en el sueldo mínimo, excluyendo los bonos de guerra económica y alimentación.
En este sentido, los denunciantes aseguran que para la compañía es más económico contratar terceras empresas que mejorar las condiciones del personal, lo que los deja en una situación de vulnerabilidad a pesar de estar desempeñando la misma labor que el personal foráneo.
“El problema radica en que el gobierno tiene tres años sin dar aumento salarial a los trabajadores. Hay una bonificación del ingreso del trabajador. Por ejemplo, con los bonos es que pueden sacar una quincena (…) El bono no entra en el cálculo de prestaciones, beneficios ni vacaciones. Hugo Chávez eliminó la tercerización en las empresas básicas. Gente que tenía 10 o 15 años en una contrata dentro de la empresa y ordenó que los absorbieran y minimizó las contratas y cooperativas dentro de las empresas básicas. Lo que está pasando es que están prácticamente tercerizado todo”, manifestó otra fuente.