*** En lo interno, consideramos que el fracaso persistirá hasta tanto a nivel regional y municipal a traves del Frente Amplio Venezuela Libre no asuman el gobierno interino como tal, y se activen todas las comisiones, ya que hasta la fecha solo han servido para convocar y organizar marchas, y por allá, el plan país
Tal como lo vaticinamos a finales de diciembre del 2018 en nuestros análisis y en el programa radial de opinión que conduce el colega Alexander González por Activa 95.1 FM que Juan Guaido iba a estar en “el ojo del huracán” nacional e internacionalmente antes y después de asumir en ese entonces la presidencia de la Asamblea Nacional (AN) y desde luego, una vez juramentado como presidente interino de Venezuela.
Transcurrido casi un año – y con un liderazgo solido, mayoritario respaldo popular y creciente apoyo internacional – no solo aun se mantiene en el ojo del huracán sino en el dolor de cabeza de Nicolás Maduro, su régimen, aliados internacionales, y en la pesadilla de Diosdado Cabello; y por otro lado, en obstáculo a proyectos e intereses grupales y personales de algunos factores de oposición.
Sin embargo, todo eso no ha sido insuficiente, para lograr el cambio político que demanda más del 90% del pueblo venezolano, que pasa por el logro de los objetivos establecidos en la ruta democrática, cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. El gobierno interino que preside Guaido ha fracasado en el cese de la usurpación – a duras penas ha obtenido éxito parcial en la política exterior con la designación de embajadores en los países aliados; económicamente, el rescate de Citgo, entre otros.
Débil gobierno interino
En lo interno, consideramos que el fracaso persistirá hasta tanto a nivel regional y municipal a traves del Frente Amplio Venezuela Libre no asuman el gobierno interino como tal, y se activen todas las comisiones, que son las llamadas a darle soporte a la gestión del presidente encargado a falta del manejo de presupuesto y recursos por tratarse de un gobierno interino inédito., ya que hasta la fecha solo han servido para convocar y organizar marchas, y por allá, el plan país.
No solo la debilidad del gobierno interno ha sido factor en el cese de la usurpación sino también la inocente participación en las mesas de diálogo y negociación, todas sin excepción, sirviendo de tontos útiles al régimen en su estrategia de ganar tiempo, cosa que logrado, así como también, dividir a los factortes de oposición, y por ende, fracturar la unidad, como amenaza para la perpetuidad en el poder.
Otro factor que ha jugado en contra del cese de la usurpación es que aun no se ha activado cívicamente en protesta de calle el cien por ciento del descontento popular, mientras esto no ocurra, de nada sirve la presión internacional, y lejos esta de lograr el quiebre de la Fuerzas Armadas único sostén del régimen de Nicolás Maduro y bajo el yugo y control cubano.
Mientras tanto, a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, su única preocupación sigue siendo el liderazgo, respaldo popular y apoyo internacional que ostenta Juan Guaido, quien ha sido una pesadilla en su ambición de poder. Durante todo el año no pudieron con él. Hasta el punto que la gente se pregunta ¿Por qué no lo han metido preso? y se responden, porque sencillamente le tienen miedo. Eso es vox populi.
Pero el región sigue en su objetivo de defenestrarlo, y se le presenta una oportunidad de oro este 5 de enero, fecha en la cuila se elige la directiva del al Asamblea Nacional para el periodo 2020, y para el cual Juan Guaido aspira la reelección, y en consecuencia, se mantiene como presidente encargado de Venezuela.
La única manera que esto no suceda y el gobierno logre su objetivo es que logren quebrar los votos ya comprometidos de las cuatro fracciones mayoritarias que integran el G4, Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo, y en eso precisamente esta trabajando el régimen y va arreciar su estrategia de comprar devotos u conciencia durante estos últimos 18 días.
Paralelamente, a esa operación Maletón Verde, le conviene que se mantenga el escándalo de supuesta corrupción que involucra a varios diputados de la comisión de Contraloría de la AN, en vista de los ataques y acusaciones mutuas, especialmente, las que se generan en contra de Juan Guaido. Como dice el refrán el Rio revuelto ganancias de pescadores. El gobierno busca ganar sin mucho esfuerzo dividendos en esta coyuntura generada por la misma oposición.