Entre el sábado 6 de enero y el día de ayer, los turistas que permanecen en el municipio Boconó manifestaron su enojo por las deficiencias en la Terminal de pasajeros Ramón Quevedo Infante, tras encontrarse sin punto de venta ni unidades que abastezcan la demanda de retorno.
Entre uno o dos autobuses salen diariamente de las empresas Las Delicias y Expresos Los Andes, sin embargo las colas para adquirir un boleto inician a las 2 de la madrugada, sin garantía de venta.
Sólo pago en efectivo
El costo del pasaje tradicional cuesta 137.000 bolívares y en ejecutivo 150.000, pero las líneas no aceptan transferencias ni cheques y las otras que hacen vida activa en el Jardín de Venezuela como Independiente, Boga y Sissano trabajaron este fin de semana.
Erika Cabezas llegó a las 2 de la madrugada de la Vega de Tostós para comprar el pasaje hacia Caracas e indicó que la única manera que tuvo para obtener efectivo fue comprándolo al 60%, que sumado a los demás gastos en la temporada decembrina, su inversión este viaje supera los 6 millones de bolívares.
Denuncias y exigencias
Camelia González viajó de Niquitao a las 5:00 a.m. tres días consecutivos y hasta ayer no había podido irse a Caracas. Por su parte, José Hidalgo, denunció la falta de control en las colas y el irrespeto y poca consideración hacia los adultos mayores.
Ambos temporadistas comentaron lo costosa que están las tarifas y también que“no hay seguridad dentro del Terminal terrestre y ni siquiera un cajero automático para retirar dinero”. Exhortaron a los entes competentes solicitar cajeros, acodar con las líneas otras formas de pago como transferencia o cheques y que se instale un cyber para acceder más fácil a Internet.
Los transportistas también padecen
El equipo del DLA corroboró que funcionarios del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (Intt) se reunieron con algunos directivos de líneas para plantearle otras formas de pago, no obstante los mismos argumentaron que no podían porque la compra revendida de lubricantes, cauchos y demás insumos, así como las grúas y autobuseros que prestan el servicio de trasbordo sólo aceptan efectivo.