Sin importarle las consecuencias económicas, sociales y psicológicas que traerían el salir a manifestar por las calles de Mérida durante los meses de junio y julio, en apoyo a la Fiscal “destituida” Luisa Ortega Díaz, una de las 24 fiscales despedidas de forma injustificada, alzó su voz y dio un parte de cómo cambio su vida, tras ser removida de su cargo.
Albis Pérez, exfiscal auxiliar destituida, narró que tras el retiro de Luisa Ortega Díaz de su cargo por parte de la Asamblea Nacional Constituyente, y el nombramiento del exDefensor del Pueblo, Tareck William Saab, como nuevo Fiscal General de la República, su vida cambió por completo.
Inmediatamente, en el caso de Mérida, también fue depuesta Ynés Patricia Salazar Pérez como fiscal superior, para nombrar al exdefensor delegado en la entidad, José Camilo Bastos, quien al tomar posesión, “fuimos encerrados en las oficinas, donde nos decían que no podíamos practicar nuestras actuaciones diarias, éramos amenazados y dejados a un lado, no nos dejaron ni atender al público, fuimos destituidos sin ningún argumento legal y siempre nos dijeron que por ser fiscales guarimberos, esa eran las palabras que utilizaba el actual Fiscal Superior”.
Pérez enfatizó que desde un principio fue clara en expresar en la institución “lo que me gustaba y no”, y tras su salida, se ve seriamente afectada al no percibir una remuneración y tampoco de disfrutar de un seguro.
También denunció que no puede ejercer libremente su profesión, al tener que sufrir el constante amedrentamiento del que son víctimas en los tribunales de Mérida, “cuando llegamos nos dicen estos son los exfiscales, aparte de esto estoy económicamente afectada, tampoco me han pagado ni un bolívar de mis prestaciones”.
Albis Pérez, quien tenía 15 años laborando en el Ministerio Público, aseguró no tener remordimiento de conciencia, pues durante su ejercicio en la referida institución “jamás recibí una llamada para decirme que yo tenía que acusar, imputar o sobreseer por parte de algún fiscal provisorio, siempre actué a lo que yo sé, yo entendía y a las actas policiales que tenía en mis manos”, por lo tanto se siente tranquila.
No obstante, dejó por asentado que “no creo en la justicia venezolana, a pesar de haber sido operante en ella, y de haber luchado hasta el último día para que esas personas que yo diariamente asistía la tuvieran, lamentándolo mucho para nosotros no la hay”.
Gobernador y fiscal ¿en complot?
La exfiscal también dejó al descubierto como desde la Gobernación de Mérida se gestó la despedida de este grupo de 24 fiscales, pues el actual fiscal superior, José Camilo Bastos, se reunió en reiteradas oportunidades con el exmandatario regional, Ramón Alexis Ramírez, para observar las fotos que desde el sector oficialista le tomaron a varios de los trabajadores que salieron a manifestar en aquella oportunidad.
Aseveró Albis Pérez, que el exgobernador mantenía una “relación” con el representante del Ministerio Público en el estado, quien en otrora se desempeñaba como defensor del pueblo en Mérida, y aun con esa investidura de proteger al ciudadano “se reunía con el Gobernador a ver esas fotos de nosotros, por cierto es quien las maneja y todavía las carga en una carpeta debajo del brazo para amedrentarnos”.
Actos conclusivos
Entre tanto, criticó la poca gestión de trabajo realizado por los actuales fiscales del Ministerio Público, “revisen la estadística de los actos conclusivos que se han dictado una vez que se instaló el nuevo fiscal y comparen la estadística anterior, es bastante gruesa la diferencia, tanto de acusaciones como de sobreseimientos”.
Creer en Luisa Ortega
Señaló que creen en Luisa Ortega Díaz, por ser una mujer la que rompió las barreras del miedo e inició este proceso para liberar a Venezuela.
Destacó que aun cuando no tienen comunicación directa con la fiscal destituida, nos sigue apoyando “porque sabe que somos víctimas de violación de derechos humanos, lo ha dicho a través de las personas que ella tiene en el país”, e invitó a seguir los pasos de Ortega Díaz a través de la cuenta twitter @dignidadmp.