Luis Cárdenas.- Aunque la ciudad, al igual que el país y el mundo no está para fiesta ni para celebrarlo con fútbol, Mérida tiene motivos para festejar desde sus casas los 49 años que está cumpliendo este sábado 4 de abril el equipo del pueblo merideño, Estudiantes, el doble glorioso campeón del fútbol venezolano y actual representante en la Copa Conmebol Libertadores.
Cuenta la leyenda que fue el 4 de abril de 1971 cuando un grupo entusiasta de 58 personas se reunieron en un modesto apartamento en la ciudad de Mérida para darle vida a un proyecto y estampar la firma en el primer documento legal, que tendría a Luis Jiménez Ron, Amadis Cañizales, Jorge Pereyra, Don José Arano, Espíritu Uzcátegui, Carmelo Colella y Elio Scanu como sus fundadores, quienes haciéndole honor al colegio Sam José, en el que muchos de los protagonistas de esa agrupación habían estudiado, deciden que la vestimenta sea la histórica camiseta rojiblanca, con short azul.
Con nombre constituido, uniformidad, estadio recién construido y homenajeado a un hombre del fútbol que tanto le dio en vida al club y al estado, y con un entrenador designado, en el nombre de Antonio de la Hoz, la joven y soñadora directiva hace formal la solicitud de participación en el fútbol profesional a la liga el 17 de mayo de ese mismo año, la cual fue aprobada y exactamente cinco meses después se presenta el equipo en un reconocido hotel de la ciudad.
Nacimiento con consagración
No sería sino hasta el 12 de octubre, en una fecha patria, que Estudiantes de Mérida Fútbol Club tendría su debut oficial en el profesional, ante el desaparecido Deportivo Portugués. Victoria para el académico 2-1, con goles del uruguayo José Chiazzaro y el brasileño Cesar Márquez. Ese primer once estuvo constituido por Hugo Briceño, Ángel Urdaneta, José Prates, Isabelino Martínez, Francisco “Pacho” Moreno (años después fue entrenador), Carlos Conde, Luis Mendoza (leyenda del fútbol venezolano), César Márquez, José Chiazzaro, Casiano y Ramón Ghersi.
En ese estreno del 71 el cuadro merideño ya inscribía su nombre entre los campeones del país, tras consagrarse en la Copa Venezuela (venció al Anzoátegui FC en la final), la primera de dos conquistas, pues en 1975 lo volvería a hacer (Deportivo San Cristóbal) y desde entonces no lo ha podido lograr. Estuvo cerca en 1988 (perdió con Maritimo en la definición del título), en el 2008 y 2012 (ambas finales perdidas ante Deportivo Anzoátegui).
En 1972 inicia su incursión en la primera división. Fue el 9 de abril, un año y días después de su fundación. Victoria por la mínima diferencia 0-1 ante otro desaparecido, Valencia FC. En su estreno como local empató 0-0 contra Deportivo Italia (hoy Petare). En la tercera fecha volvió a ganar 0-1, ahora contra Deportivo Galicia, que también dejó de existir en nuestro balompié. En su cuarto partido venció 1-0 al Anzoátegui FC (tampoco existe ya), por lo que cerraba su primer mes como uno de los líderes, al sumar siete puntos (por aquel entonces se ponderaban las victorias con dos unidades, a diferencia de hoy en día que son tres) y el arco inmaculado (360 minutos sin recibir gol).
Sería el Deportivo Portugués, con el que jugó su primer encuentro, el que justamente le quitaba el invicto y la imbatibilidad de su malla en la quinta presencia. Al final cerraba la competencia en la cuarta posición con 18 puntos en 16 jornadas (hoy en día habrían sido 24 unidades), luego de sumar seis triunfos, seis empates y cuatro derrotas, marcando 15 goles y encajando 14.
En el 73 mejoró un escalón (fue tercero luego de perder un partido de desempate en la tanda desde el punto penal contra Valencia FC, tras haber igualado en el tiempo reglamentario 0-0), en una temporada más larga (32 partidos), donde sumó 44 puntos, quedando solo a dos del campeón Portuguesa FC, con el que perdió de local 1-3, empató de visitante 2-2, venció 3-1 y cayó 3-1, en un campeonato donde se enfrentaban cuatro veces entre sí. De ahí nació una de las rivalidades más importantes del país, el “Clásico Añejo”, que tiene ya más de 120 partidos, con ligera ventaja para los llaneros. Ese año José Chiazzaro sería el goleador de la competencia con 13 goles (igualado con el brasileño del Valencia, José Ferreira).
En el 74 terminó primero en la fase inicial, al sumar 40 unidades en 28 encuentros, pero en el cuadrangular final quedó tercero a un punto de Deportivo Galicia (quedó campeón tras la serie de desempate con Portuguesa). Otra vez Chiazzaro compartió el título de goleador, ahora con su compatriota Sergio Hugo Castillo (Anzoátegui FC).
Dos vueltas olímpicas en Primera División
En 1975, 76 y 77 quedó como escolta del campeón Portuguesa FC (equipo que logró entre el 75 y 78, cuatro títulos consecutivos), logrando su primera participación en Copa Libertadores en la fase de grupos del 77. Tras quedar en el 78 tercero y en el 79 sexto, llegaría su gran momento en su palmarés, la conquista de su primer título nacional de la primera división en 1980, tras ser quinto en la primera ronda, en el hexagonal final superó por cuatro puntos al “Penta”, al ganar ocho encuentros, empatar uno y perder justamente con ellos de visitante.
Pasaron cinco años para que el Rojiblanco volviera a coronarse en la que sería su segunda y hasta el momento última vuelta olímpica absoluta. Fue en 1985. Curiosamente terminó quinto en la primera fase y en el hexagonal final quedó igualado con 13 puntos con Deportivo Táchira, pero por mejor diferencia de gol. Al aurinegro lo goleó 5-1 en la sexta fecha y aunque luego perdió 3-1 con Atlético Zamora y en la última jornada 2-1 frente al Nacional de Carabobo, celebró como campeón.
Luego de ese lauro, el académico finalizó subcampeón en el 86 y no volvió a estar entre los dos primeros hasta 1998 (doce años), cuando se titulaba campeón del torneo clausura 98 y perdía la final absoluta ante Atlético Zulia (monarca del apertura). Esa temporada se estrenaba la modalidad de semestres cortos y serie final en la primera división.
Histórica Copa Libertadores
Ese vicecampeonato le sirvió para acudir a la famosa prelibertadores, que se jugaba entre equipos venezolanos y mexicanos, donde terminó segundo igualado en puntos con Monterrey. Acudió entonces a la Copa Libertadores del 99 Le tocó el grupo 1 y se quedó con el segundo puesto, tras ganar sus tres partidos en casa y perder todo de visitante.
En octavos de final dejó en el camino a Emelec de Ecuador y en cuartos estuvo cerca de una gran proeza, de la mano de Richard Páez en el banquillo y con el delantero Ruberth Morán como máximo artillero de la competencia. Pero tras vencer en Mérida 3-0 a Cerro Porteño, en la vuelta sucumbieron 4-0, con un penal transformado por Danilo Aceval a falta de tres minutos para el final.
En el 2002 volvió a participar en la Libertadores, aunque esta vez lo hizo sin éxito y pasaron 18 años para volver a escribir su nombre en esta justa en el 2020, donde hasta antes de detenerse la competencia por la pandemia del Covid-19 había perdido sus dos partidos. Antes de llegar a esa nueva participación internacional estuvo en la Copa Sudamericana del 2018 y 2019, mientras que en el 97 y 99 participó en la Copa Conmebol y en el 2000 en la Copa Merconorte.
El infierno en el 2006
Estudiantes vivió otra gran campaña en la temporada 2001-2002, pese a perder al que fuera su mejor figura en los años anteriores, el que ahora es su entrenador, el argentino Martin Brignani, quien venía de ser el máximo artillero de la temporada con 12 goles y se fue al Caracas FC. A pesar de ello, el académico se consagraba campeón del apertura 2001, el segundo torneo corto que sumaba a sus vitrinas. Pero en la final no pudo con Nacional Táchira y cedió la estrella.
Luego de esos grandes logros Estudiantes caería por momentos en un “slump” deportivo que le llevó a conocer el infierno de primera mano, al descender a segunda división por única vez en la temporada 2005-2006. Luego de salvarse en la 2003-2004 en una serie de promoción contra Deportivo Anzoátegui, en la 05-06 le fue mal tanto en el apertura como el clausura, para así bajar de categoría como último de la tabla, tras 35 años en primera.
Fue solo un año el que estuvo en segunda, donde luchó hasta la última fecha por el liderato de la temporada 2006-2007, pero lo perdió en el último minuto del partido de cierre, por lo que terminó tercero, detrás de El Vigía FC y Guaros de Lara. No se ganó el derecho a ascender, pero motivado al impulso de la Copa América Venezuela 2007, la FVF decidió expandir la liga a 18 clubes en la máxima categoría y con ello se daba el regreso del histórico club.
En el 2009 parecía que llegaría de nuevo la gloria, al pelear por el clausura, que finalmente se lo terminó ajudicando Deportivo Táchira, su archirrival en Los Andes. Pero volvía a pasar momentos de agobios en la 2007-08, en la 2011-12 y 2012-13, donde coqueteó con el descenso, por lo que parecía que en algún momento se le tenía que acabar esa “suerte” que gozaba para salvarse de bajar.
Llegada de los Tony y cambio de imagen
A lo largo de estos 49 años el académico ha tenido 17 diferentes presidentes, de los cuales Manuel Padilla Hurtado, Alcides Monsalve y Cesar Guillén han sido los únicos que han podido repetir mandato. Desde el primero que fue Luis Jiménez hasta el último que desde el 2016 está al cargo, Christian Tony a Jorge Segundo Cegarra le tocó la peor parte, pues será recordado como el dirigente que hizo descender al rojiblanco.
Ahora, con los Tony a cargo, con la llegada de nuevos valores y la reincorporación de “jugadores franquicia” del club como Jesús Gómez hasta hace poco o Jesús “Chiki” Meza en la actualidad, así como del que fuera uno de sus iconos, Martin Brignani en el banquillo, Estudiantes volvió a estar en los lugares que se merece, regresando a las competencias internacionales y siendo campeón del apertura 2019, su segundo torneo de inicio corto y el tercero en su historial. Perdieron la estrella nuevamente, esta vez en manos del Caracas FC.
Sus iconos
Son cientos de cientos los futbolistas que han tenido la oportunidad de vestir la camiseta rojiblanca a lo largo de estos 49 años, pero como ocurren en todos los clubes hay un grupo selecto que con sus aportes se ganaron el cariño y el recuerdo de la afición de por vida.
Empezando por Chiazzaro en sus primeros años, pasando por Juan José Scarpeccio (+), Asdrúbal “Memin” Sánchez, Medardo Cloquell, Ildemaro Fernández, Juan Carlos Scaminacci, Hugo Briceño, Carlos Ancheta, Richard Páez, Luis Mendoza, René Torres, Rodolfo Carvajal, “Chiquichagua” Marín, Miguel Rivas, Martín Brignani, Ruberth Moran, Hernán Raíces, Miguel Echenaussi, José de Jesús Vera, José Nabor Gavidea, Andrew Páez, Ricardo David Páez, Jorge “Zurdo” Rojas, Luis Vallenilla Pacheco, Carlos de Castro (+), Leonel Vielma, entre otros. Actualmente un joven portero, Alejandro Araque, está marcando su propia época a punta de grandes atajadas. Don Guillermo Soto Rosa (+) es una leyenda siempre recordada en el club y contó con míticos en el banquillo, como el ya desaparecido Walter Cata Roque, por mencionar alguno.
Sus clásicos
Ya mencionados el primero de ellos, ante Portuguesa FC, a lo largo de la historia el equipo rojiblanco ha vivido tres disputas duras en Los Andes, con historias marcadas para alegría y tristeza de su gran afición que le ha acompañado siempre.
Deportivo Táchira es uno de ellos, con el reconocido “Clásico Andino”, donde han tenido decenas de disputas parejas, desde la década de los 70. Luego le tocó el turno de lidiar el “Clásico de la Montaña” con ULA FC, con el que desde los 80’ se ha visto las caras también una gran cantidad de partidos. Por último, pero no menos importante contra El Vigía FC, la disputa entre el hermano mayor y menor de Mérida, que ha desencajado emociones y mucha adrenalina desde los 90.