Héctor Rafael Briceño/DLA.- Los fogones con leña pasaron a ser la principal causa de la actual destrucción de los bosques en las 12 parroquias que geográficamente conforman el municipio Boconó. Esto es un secreto desde hace décadas, porque lamentablemente también forma parte de una cultura arraigada en nuestros campos, pero que ahora observamos que debido a la escasez del GLP (Gas doméstico), ya es costumbre en casi todas las casas, sin importar el urbanismo, ni condición social de las familias que en estos habitan. Por lo anterior, conversamos con Ludmila Arellano, ingeniero forestal, reconocida ambientalista quien ha venido demostrando su gran preocupación por los incendios forestales y ahora criminales desforestaciones, que ante la falta del GLP, también la gente se ve obligada a cortar árboles a sabiendas del gran daño que se comete en nuestros paisajes naturales y frondosas montañas.
Red de corrupción
Es bueno recordar – dice nuestra entrevistada – Venezuela cuenta con las mayores reservas de gas en América Latina, situándose en octavo lugar a escala mundial, siendo el caso que en el año 1936, se dio inicio a la extracción de gas en el país. No hay que negar que a partir de esa fecha la población urbana y rural haya usado el gas para cocinar durante décadas, el cual podía ser adquirido fácilmente por cualquier ciudadano por su bajo costo y la facilidad para acceder a este servicio, en todo el Territorio Nacional.
En la actualidad se puede observar a la gente cocinando con leña hasta en las calles de las ciudades, donde la gente vive en espacios no abiertos. Todo esto debido a la reducción de la producción y distribución del gas por parte del Estado. Este sector está afectado por una crisis de infraestructura y donde el Ministerio Publico ha develado una amplia red de corrupción en el suministro del servicio, como es el caso del Municipio Boconó, donde hay familias que no cuentan con este servicio desde hace más de un año y los que pueden acceder al servicio es a precios dolarizados e inaccesibles para más del 80% de la población con unos ingresos de pobreza extrema. Caso este, que también se refleja en todos los municipios del Estado Trujillo.
Protección del ambiente
Lo anterior, trae como consecuencia la afectación del recurso bosque, la tala de árboles hasta de especies protegidas como El Samán (Pthicellobium Samán), la Mapora (Paepalanthus truxillensis), especie protegida en el Parque Nacional Cruz Carrillo – Guaramacal. Especies de madera fina: Cedro (Cedrela Odorata) Caoba (Swietenia macrophylla); así como el Jumanque o Cinaro (Psidium candantum); ya extinguido en las Cuencas Altas y estos árboles son utilizados como leña para la cocina.
El Ministerio de Ecosocialísmo y Aguas, ente rector de las políticas ambientales, no cuenta con estadísticas en cuanto al avance de la deforestación en las cuencas y áreas más afectadas; no hay Políticas de Estado en materia ambiental, con una permisología burocrática, sin herramientas de gestión ambiental, como la evaluación, seguimiento y control, así como la parálisis total de la guardería ambiental y la GNB.
El Art. 127 de la CRBV establece la obligación del Estado en la protección del ambiente, siendo un deber y un derecho de cada generación proteger el mismo. Esto quiere decir, que es necesaria la participación de todos los sectores ciudadanos en visibilizar este problema y en demandar al Estado una respuesta concreta en cuanto al suministro del gas.
Restaurar lleva décadas
En Boconó se organizó el Comité del Gas, que aún está sin respuesta por parte de las autoridades regionales y municipales. Levantar la producción del gas con los gerentes y técnicos capacitados, así como con la inversión en la infraestructura necesaria, toma un corto tiempo pero restaurar los bosques de la Cuenca del rio Boconó, lleva décadas. Se debe tener presente que los derechos ambientales prevalecen sobre los derechos económicos y sociales. Recordemos siempre que los “Recursos son Finitos”
Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130)
dlahectorb@gmail.com