La escasez de productos perecederos, como la carne y el queso, se ha vivido en las últimas dos semanas. Esto se debe, de acuerdo a los comerciantes de este rubro, a la baja adquisición de mercancía, posterior a los apagones nacionales. En el mercado municipal de Valera los locatarios indicaron que, hasta el 3 de abril, recibían energía por cortos lapsos de tiempo, con lo cual no pueden almacenar grandes cantidades de alimentos.
Las pérdidas han sido millonarias en el último mes. Freddy Durán, carnicero, contó que en su negocio la planta eléctrica se dañó desde el primer apagón, del 8 de marzo, por lo cual ha decidido no recibir grandes cantidades de carne. Apenas mantiene 10 kilos de carne molida en su exhibidor.
«En el primer apagón recibimos, pero ya con el segundo no. Vamos para dos semanas así. He perdido dos millones, pero otros han perdido hasta diez» contó Durán.
Aunado a este problema, los puntos de venta fallan de acuerdo a los cortes eléctricos y generan largas colas en los locales donde se consiguen los alimentos cárnicos o lácteos.
En consecuencia, los ciudadanos se han volcado al consumo de alimentos que puedan almacenar sin arriesgarse a perder. Granos y huevos sustituyen a las proteínas. MGD