Pintar las casas, arreglar las griferías dañadas, reemplazar tomacorrientes o apagadores, e incluso reparar otros defectos del hogar, se hace casi imposible este fin de año 2021.
Los trujillanos escasamente pueden gastar en los elevados costos de pinturas desde la clase C hasta la A, satinada, caucho y en aceite. Aunque hay variedad de marcas, todas oscilan entre 15 y 80 dólares; dependiendo de los colores, la calidad y el tamaño (galón o cuñete).
La brochas cuestan entre 5 y 8 dólares, mientras que los accesorios del hogar pueden alcanzar hasta los 4 dólares cada uno.
Las luces de navidad, con mayor demanda en esta temporada, se encuentran en papelerías y ferreterías en 3 y 5 dólares, lo mismo que podría valer un bombillo de luz LED, de mayor durabilidad.
Ingresos económicos
Ante este escenario, el equipo de Diario de Los Andes hizo un sondeo entre varios trabajadores de la economía en el municipio Boconó y constató que el empleado básico de locales y empresas privadas gana entre 40 y 60 dólares mensual, mientras que los trabajadores de la administración pública difícilmente llegan a obtener 20 dólares mensuales.
Sin embargo y para sorpresa de muchos, a dos semanas de las elecciones de gobernadores, alcaldes, consejos legislativos y concejos municipales, a los trabajadores activos y jubilados del Saime, por ejemplo, sí le cancelaron dos Petros de aguinaldos, que para el día en que se hizo efectivo sobrepasaban los 500,00 bolívares (más de 111 dólares).
El recibir este pago, muchos dijeron necesitar el mismo monto o más de forma mensual para sobrevivir a la hiperinflación que vive el país, otros solo se limitaron en decir, «esto nos lo dieron porque hay elecciones». De cualquier forma, los trujillanos y en general todos los venezolanos esperan que el próximo año 2022 sean reinvindicados en sus puestos de trabajo y se ajuste el salario mínimo a la realidad económica que emerge del valor diario del dólar.
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