¿Es posible que Puerto Cabello sea una Zona Económica Especial? (y II)

 Nada en la sociedad actual puede funcionar sin servicios básicos óptimos. Mucho menos un proyecto de gran demanda productiva e inversión como una ZEE

El movimiento en el Puerto de Puerto Cabello es escaso. Foto Dayrí Blanco

Dayrí Blanco

La mesa estaba servida. Con una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) recién estrenada, parecía obvio que el marco legal para el funcionamiento y regulación de la Zona Económica Especial (ZEE) del eje Morón – Puerto Cabello, se aprobaría en el corto plazo. Pero no fue así.

El tema no se nombró en ninguna de las sesiones que se realizaron en tres años, cuatro meses y 11 días que estuvo en funciones este órgano. Entre las 14 leyes constitucionales aprobadas no está incluida la de ZEE.

Fue un tema que surgió en plena campaña electoral de 2017 y que se engavetó hasta 2021, cuando se convirtió, una vez más, en bandera comicial, en esta oportunidad de las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Era el turno del precandidato a la gobernación de Carabobo, José Gregorio Vielma Mora, quien en su condición de diputado de la Asamblea Nacional (AN), electa en 2020, participó de forma activa en las discusiones del proyecto de Ley de Zonas Económicas Especiales que fue aprobado en primera discusión el 27 de abril de este año.

Radiografía de la Ley de ZEE

Bahía del puerto de Puerto Cabello sin barcos. Foto cortesía José López

 

Son 26 artículos los que establecen las normativas socioeconómicas especiales y extraordinarias de las ZEE, concebidas para el desarrollo de actividades de inversión pública, privada, mixta y comunal.

Con el objetivo de atraer a los inversionistas extranjeros, la ley de ZEE contempla la exoneración de impuestos y exenciones legales en cuanto a importación y exportación de insumos, materias primas y bienes destinados a la producción en esos espacios geográficos.

También se estipula que las inversiones públicas, privadas, mixtas y extranjeras deben incluir cinco sectores priorizados: exportación o importación de productos agrícolas, agroindustriales y pesqueros; manufactura, turismo receptivo y recreación; así como tecnologías y procesos tecnológicos con alto valor agregado venezolano, entre otros.

 

El 26 de mayo, en una audiencia pública con diputados y funcionarios del Ejecutivo, el parlamentario Nicolás Maduro Guerra señaló que las zonas económicas de Puerto Cabello (Carabobo), Vargas, Falcón y la isla de Margarita “pueden ser tomadas como experimentos” del proyecto.

Durante la sesión de la primera discusión del proyecto de ley, Vielma Mora indicó que dentro de las ZEE habrá “ciudadelas comerciales, centros de negocios, banca y finanzas, hotelería, turismo, recreación, proyectos ambientales y sistemas multimodales”.

Pero siguen las dudas. Aún con marco jurídico ¿es posible que Puerto Cabello se convierta en una Zona Económica Especial? La realidad de este municipio reafirma que no hay condiciones óptimas para tal fin.

Sin servicios básicos

Nada en la sociedad actual puede funcionar sin servicios básicos óptimos. Mucho menos un proyecto de gran demanda productiva e inversión como una ZEE.

La mayoría de las comunidades en Puerto Cabello y Morón padecen de una intermitencia en el suministro de agua. “Aquí se adolece terriblemente de agua. Viene una vez a la semana y solo ciertos sectores. La gente tiene que abastecerse por camiones, con pozos, de diferentes formas para poder tener agua”, relató el presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Cabello, Jesús Rodríguez.

Juan Peña vive en el sector Las Corinas I. Debe caminar, al menos dos veces al día, más de tres cuadras desde su casa hasta una esquina donde está una toma improvisada de agua. Lo hace con un par de tobos a cuestas. No tiene más opción.

El colapso de los servicios públicos en Puerto Cabello es evidente. Foto Dayrí Blanco

 

En su sector el servicio no es regular, “y cuando llega es un chorrito muy pequeño”. Comprar botellones de agua no es una alternativa porque cada uno cuesta más de medio dólar y el salario de Juan, quien trabaja en una frutería, es de 20 dólares semanales con los que mantiene a seis personas.

La electricidad es otro problema. Gregorio Ortiz tiene una cauchera en su casa, en Cumboto 2, y debe dejar de atender a sus clientes cada vez que hay un apagón que suelen ser muy prolongados. “A veces anuncian racionamientos de cuatro horas que se extienden por más de 12”.

El costo de la precariedad

Habitantes de Puerto Cabello deben caminar por el borde de la autopista Sorpresa – Muelles por falta de transporte (Foto: Dayrí Blanco)

En su insistencia por seguir adelante con sus negocios, quienes pueden, han hecho inversiones para poder sobrevivir. Fernando Niftan tiene un restaurante muy cerca del malecón, y define la situación como cuesta arriba.

“No es nada fácil, los servicios básicos que en otros países son normales para los comerciantes aquí son todo un reto”. Para él, quien decida montar un negocio en Puerto Cabello debe incluir en su estructura de costos lo necesario para enfrentar las fallas con los servicios públicos.

“Tiene que pensar en un tanque de 20 mil o 12 mil litros, y en una planta de 10 o 15 kba que aguante la carga del local porque los servicios básicos aquí se han venido a pique y como comerciante debemos armarnos”.

Francis Frazzetto, es del sector de chocolatería desde hace cuatro años. Aún no ha podido invertir en una planta eléctrica, y cuando hay apagones prolongados pierde mercancía. Mientras que, en la posada de María Paola Gonsalves, aunque tienen generador de emergencia, con las constantes fluctuaciones son varios los electrodomésticos que se han dañado.

 

 

A esto se suman las fallas con la conectividad. En el restaurante de Gisela Suate, muchos de los pagos de sus clientes se basan en una relación de confianza. Cuando no hay punto de venta ni funcionan las plataformas para transferencias, simplemente presta el servicio y cobra cuando se pueda. Lo mismo ocurre cuando no tiene cambio en divisas.

El presidente de la Cámara de Comercio fue claro. Sin servicios básicos será imposible explotar las potencialidades de Puerto Cabello. “Como Cantv casi no existe los puntos de venta son con wifi. Cuando se cae la electricidad, se cae todo. Entonces, las colas, el retraso, es un problema para el comerciante. Ese es el clamor que tenemos a las autoridades, que vean a Puerto Cabello, su potencial, todo lo que tiene, pero que debe estar acompañado de un buen servicio público… Y con el anuncio de las zonas económicas especiales, si no arreglan eso, no va a servir de nada ningún apoyo. Y eso está muy claro. Esa es una de las solicitudes que siempre hacemos”.

Los argumentos de quienes viven y se enfrentan a la realidad diaria de Puerto Cabello responden a la pregunta ¿Es posible que Puerto Cabello sea una Zona Económica Especial?

 

 

 

 

 

 

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