Hoy día nacional del periodista es propicia la ocasión para comenzar a hacer un acto de conciencia en los hombres y mujeres que escriben las realidades de un país con el fin de orientar, educar, entrenar e informar sobre las mismas.
Para los periodistas, luchar contra una estructura de poder que ha ido limitando cada día más la libertad de expresión y cercenando la seguridad necesaria al periodista para que cumpla su trabajo a cabalidad, convirtiendo nuestra profesión en una tarea de alto riesgo, pero se trata, de mantener un periodismo serio, como labor indispensable para ser oídos y ojos de quienes sufren a diario las mil y una necesidad.
Sin embargo para ello es necesario mirar hacia adentro, nuestro gremio está hoy a la deriva, es un barco que no tiene quien le coloque la mano al timón para llevarlo a puerto seguro. Donde la imposición a discreción ha sido la norma de conducta y acción.
Las y los periodistas debemos reconquistar el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) para la defensa de las y los colegas frente a quienes pretenden convertir a los gremios periodísticos en peones del gobierno, frente a quienes lo han llevado a una parsimonia e inactividad, y de esta manera convertirlo en una organización que tenga como norte la defensa de la libertad de expresión, de la verdad, y a favor de la responsabilidad y vanguardia en la lucha social.
Es propicia la ocasión para hacer hincapié en que dicha preocupación no es en contra de nadie, ni tiene tinte político, pero basta dar una mirada a las instalaciones del CNP, por ejemplo, para tomar conciencia de la necesidad de reconquistarlo, que sea centro de encuentro y sitio de esparcimiento de los periodistas.
Necesitamos un CNP que vele por los intereses de los comunicadores sociales ante los patronos de los medios de comunicación, y logre las justas reivindicaciones para quienes tenemos la responsabilidad de viabilizar realidades y ser la voz del pueblo. JR