Por: Nelson Pineda Prada
Si algo caracteriza el discurso de la oposición es el de endilgarle al gobierno, las aberraciones que ella ha cometido. Conducta que nos recuerda aquella célebre anécdota popular del ladrón que, al sentirse descubierto, comenzó a correr gritando “allá va el ladrón, agarren al ladrón”. Discurso que el pueblo venezolano rechazó en el proceso electoral del 7 de octubre pasado y que, con toda seguridad, rechazará el 16 de diciembre. No ha entendido la oposición que el venezolano de éste tiempo no “come cuentos”, que sus asuntos políticos los resuelve él, que ahora vive y siente la política.
El incuestionable y arrollador triunfo del Presidente Hugo Chávez, forma parte de un proceso que tiene como objetivo la consolidación de la democracia participativa y protagónica para la construcción de la Venezuela Socialista; es por ello que, el proceso electoral del 16 de diciembre próximo, para elegir Gobernadores de Estado, es de vital importancia para hacer realidad la Patria nueva, que estamos edificando. Por lo que, dicho proceso electoral debemos enfrentarlo con una conducta proactiva, de gran imaginación en cuanto a las proposiciones que se le hará al pueblo trujillano, pero sobre todo realista. En tal sentido, el II Plan de Gobierno “Antonio Nicolás Briceño”, que el Gobernador Hugo Cabezas, como candidato del Presidente Chávez y de las fuerzas del Polo Patriótico, presentará al pueblo trujillano debe ser una Propuesta para la Gestión Socialista del Estado Trujillo, en el período 2013-2016.
A Hugo Cabezas, tuve la oportunidad de conocerlo a mediados de los años noventa en la escuela de Ciencias Políticas de la ULA, en la cual fue mi alumno. En esa oportunidad me dijo: “soy trujillano, nacido en Boconó”. La responsabilidad, seriedad, talento, dedicación al trabajo, respeto son, entre otras, cualidades que le caracterizan. Con toda seguridad, cuando el Presidente Hugo Chávez le encomendó las altas funciones de gobierno que ha ocupado, ocupa y seguirá ocupando, valoró estas dotes personales, para su designación. En los años que tengo conociéndolo, en las oportunidades que hemos conversado, siempre Trujillo ha estado presente.
Es por ello que, su propuesta de gobierno, será un proyecto para la construcción de un nuevo Trujillo. En el cual se tendrá presente lo que ha sido su proceso sociohistórico de estructuración como pueblo; pero sobre todo, partirá de lo que Trujillo es y quiere ser. En tal sentido, sin renunciar a los aportes que constitucionalmente le corresponden de la riqueza nacional, se plateará la conversión de Trujillo en un estado productivo, capaz de generar su propia riqueza, la cual tendrá como destino el pueblo trujillano; riqueza cuya distribución será equitativa, habrá de permitir continuar superando las deficiencias sociales aun presentes; riqueza cuya reproducción, tendrá una orientación de carácter social; riqueza que, en definitiva, es de y para los trujillanos.
Ahora bien, la estructuración de un modelo de desarrollo socialista, sólo es posible si éste tiene un carácter integral y sustentable, si se le entiende como un proceso, un siempre estar haciéndose; por lo que, dicho proceso de desarrollo, no podrá establecerse si el pueblo no constituye el actor principal del mismo. En tal sentido, las comunas y los consejos comunales, como nueva estructura de organización del poder popular, son el núcleo a partir del cual se establecerá la organización socialista de la sociedad. Son nuevas estructuras organizativas, verdaderamente descentralizadoras, que no niegan la existencia de otras instancias del poder institucional, como las Alcaldías y Gobernaciones, las cuales tienen un carácter representativo, las comunas constituyen la base, el pilar fundamental a partir del cual se establecerá la democracia participativa y protagónica en nuestro país.
Si se entiende, entonces, que la edificación del poder popular, a partir de las comunas y la conversión de Trujillo en un Estado productivo, a partir de la reactivación económica agrícola y el establecimiento de nuevos sectores y áreas productivas, se comprenderá la importancia que tienen las elecciones del 16 de diciembre. Trujillo es un estado chavista, de ello no hay duda; pero, para consolidar los cambios que el estado demanda, necesitamos que Hugo Cabezas obtenga una victoria contundente. Es la hora del otro Hugo.
*Este artículo fue publicado en el portal Aporrea el 26-10-2012. Por considerarlo pertinente he solicitado, al buen amigo Eladio Muchacho, su inserción en las páginas del Diario de los Andes.
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