La vida es cruel e inexorable. A Elvins Humberto González lo conocimos muy joven. Una mañana se presentó a la redacción del Diario de Los Andes. Hace más o menos 28 años. Quería hablar conmigo. Estaba comenzando a estudiar Comunicación Social en LUZ y deseaba una oportunidad mientras se graduaba de ayudarnos en el mundo de los deportes. En DLA siempre hemos estado dispuestos a darle la mano a quien tenga deseos de progresar. Previa consulta con EMU le abrimos las puertas y estuvo ininterrumpidamente con nosotros hasta que la Virgencita de la cual era un gran devoto lo puso en las manos del Todopoderoso. Como me decía hace rato Abelina Castellanos: Para la muerte no hay edad.
Elvins era de la Urbanización Libertador o Plata 3. Siempre fue deportista. En sus años de mozo integró las selecciones trujillanas de fútbol. Bienvenido al mundo del periodismo alguien salido de las canchas, con sudor y sacrificio sudando una camiseta de un club o de su estado. Desde una vez pegó con nosotros el muchacho. Cumplía el primer requisito para ser cronista deportivo. La pasión con que escribía. El fútbol y el ciclismo fueron las dos disciplinas de su preferencia y en especial porque el deporte de las ruedas y los pedales desde hace años acaparaban victoria tras victoria para los colores regionales. Bastaba recordar a Vicencio Rivas primer venezolano en ganarles una etapa a los colombianos en una Vuelta al Táchira. Después los Vicente Laguna, Ramón Ramírez, Arsenio Navas, Jorge Orozco, Nelson Cabrera, Antonio Uzcátegui, José Rujano, Leonardo Sierra, Julio César Blanco entre los más destacados de aquel ciclismo floreciente de Trujillo año tras años en Vueltas al Táchira y Venezuela, además de nuestra Vuelta a Trujillo.
Elvins a través de su pluma y su Sentido de Historia revivió muchas de las hazañas de los representantes de Trujillo, de equipos como el OPE y el MOP que se componían de muchachos del patio y de otros que vinieron más allá de nuestros linderos a darnos alegría y felicidad. El fútbol también se metió en los tuétanos de la afición de esta tierra andina por la aparición del Trujillanos Fútbol Club desde su fundación por los hermanos Ramón Salazar y Manuel Matheus. Lo demás es historia archi conocida. Incursión en Copa Venezuela, Libertadores, el fútbol venezolano en general con un POLI hasta las banderas y una afición llorando y riendo por las hazañas de los Guerreros de La Montaña. En muchos de esos momentos Elvins estuvo al lado de los protagonistas de la noticia con el sponsor de Diario de Los Andes.
UN ALIADO DE LA CIUDAD Y DE LA CULTURA
Diario de Los Andes tenía un gran vacío. Se carecía de un periodista que le metiera el pecho a la brisa en el campo cultural. Eladio y quien escribe lo pensamos mucho. Al final tomamos una decisión que gracias a Dios fue un jonrón con las bases llenas. Elvins dejaría Deportes que quedaría en las manos de Frank Graterol y Miguel Angel Albarrán. Llovieron algunas críticas y hasta el mismo Elvins lo pensó hasta darnos el sí definitivo.
El trabajo de investigación de Elvins, su solidaridad con las actividades de la ciudad y la cultura se pierden de vista en Diario de Los Andes. Se convirtió en el gran aliado de nuestros hacedores de la cultura. Precisamente conversaba con EMU para hacer un Sentido de Historia en el plano deportivo en el mes de septiembre que cumplía años. Publicó un libro sobre importantes personajes de la ciudad, se convirtió en la mano derecha de organizaciones como el Ateneo de Valera, Voces de Valera y la Sociedad Anticancerosa. Fue aliado incondicional de poetas, escritores que acudían a Elvins. Pero el hombre propone y Dios dispone. Su pasión por el ciclismo lo llevó a tomar para sí la cobertura de la actual Vuelta a Venezuela. Naturalmente desde su morada en la vía a Mendoza. Ahí entre ruedas y pedales lo agarró La Parca. Como en los mejores tiempos de cuando andaba de vuelta en vuelta tras las hazañas de los pedalistas. Entregó su alma al creador. Un solo paso hay entre la vida y la muerte. Cuando todavía esperábamos por los mejores años de Elvins ya no lo tendremos más con nosotros. Dicen que nadie es indispensable, pero la labor que tenía el muchacho de la Plata Tres será muy difícil de sustituir.
A sus familiares, a su esposa e hijas nuestras palabras de condolencia.
Paz a sus restos.