Hace quince días Rafael Ángel Coronado de 48 años intentó quitarse la vida, sufría de epilepsia y la dificultad para conseguir su tratamiento le causaba mayor malestar.
El desasosiego por su enfermedad que le ocasionaba ataques epilépticos llevó a la desesperación a Rafael Ángel Coronado Terán al final de la tarde de este jueves en su casa.
Estaba con su esposa e hija y después del almuerzo, el pesadumbrado hombre de 48 años, manifestaba malestar. Le recomendaron que durmiera y descansara y así hizo creer, pero en vez de irse a la cama se fue a la cocina y tomó un cuchillo.
La vivienda 23 de la cuarta etapa de Santa Cruz, parroquia San Luís de Valera se estremeció con la mala noticia, puesto que las dos féminas que estaban en la casa hallaron el cuerpo de Rafael en medio de un charco de sangre en la cocina, se hirió a la altura del cuello con el cuchillo y así murió silenciosamente.
Les extrañó que pasó un tiempo y no se escuchaba nada de el y tampoco estaba en el cuarto, por eso lo buscaron y la tragedia nubló la casa.
Al parecer no contaba con los recursos económicos para adquirir su tratamiento médico, aunado a ello, el camión con el que hacía fletes tenía varios meses parado por falta de repuestos y dinero para la reparación; todo sumaba peldaños para la desesperación del apreciado hombre en la comunidad de Santa Cruz.
Fue uno de los músicos de la iglesia, y participaba en las misas de aguinaldo como tamborero, y así lo van a recordar. Hace 15 días también tuvo la intención de acabar con su vida, se tomó unas pastillas pero no surtieron el efecto deseado y se salvó; pero desafortunadamente su cuadro depresivo hizo que intentara de nuevo y por ello fallece esta tarde.
El cuerpo fue levantado por Cicpc y en la unidad del Semanecf lo llevaron a la morgue forense de Valera. Mañana lo podrán reclamar sus parientes. Deja tres hijos.