En Valera, anda el diablo suelto | Por: Alfredo Matheus

La Valera de ayer y de siempre

 

Siempre escuche decir, “por esas calles valeranas” que, el mejor presidente de la municipalidad, fue el Dr. Jacob Sénior, y parece que el pueblo tenía razón. Con el Dr. Sénior y la profesora Ivveta de Hidalgo, tuve el inmenso honor de trabajar por el desarrollo cultural de la ciudad de Valera a partir del año 1984. El respeto que sentían estos dos seres humanos por nuestra comarca era admirable. No tenían prejuicio alguno por las ideologías políticas o religiosas… En sus corazones había mucha generosidad, mucho amor, mucha sensibilidad.

Todo lo contrario, resultaron el ex alcalde Temístocles Cabezas y la joven Iroschima. Le “cayeron a patadas a la comarca hasta que se cansaron”. La historia los ubicará en el lugar que les corresponde.  Despojaron a la ciudad del Ateneo de Valera, institución que está cumpliendo 71 años de existencia. Le arrebató a la urbe las posibilidades que en el anexo al Ateneo se construyera lo que iba a ser la primera gran biblioteca virtual del Estado Trujillo, hoy el mundo militar terminó de tomar para sí todas estas instalaciones.

En el corazón de Tesmitocles e Iroschima, por los resultados de sus gestiones municipales, hubo mucho odio y resentimiento hacia la ciudad de Valera y sus habitantes…

 

Tesoros escondidos

En aquella Valera de 1900, no existían los bancos donde guardar “la bola de dinero”… Por miedo a ser robados por propios o extraños, las personas más adineradas guardaban cofres repletos de monedas de oro en los patios o paredes de las casas. En el momento en que al dueño de tanta riqueza le daba la “moridera” sin dar tiempo de avisarle a la familia donde estaba enterrado el tesoro, comenzaba “Cristo a padecer”…  Familiares del difunto se daban a la tarea de desmantelar la vivienda de arriba abajo en busca de “los benditos biyuyos”.

Hace 57 años, fui testigo presencial, donde vecinos y familiares de un difunto que no “echó el cuento” antes de morir, se dieron a la tarea de arrojar al suelo una acogedora vivienda en la av. 12, con calle13, buscando un gran tesoro escondido… Fueron varios días de arduo trabajo, para nada, no encontraron dinero alguno, solo quedaron los lamentos de haber derribado tan bonita vivienda.

 

Culebras bachaqueras

En la década del año 60, en el siglo pasado, era común encontrar en casas de nuestras barriadas, una culebra bachaquera guardada en un frasco con miche sanjonero o ron caballito frenado. El miche lo tomaban en pequeñas dosis, y milagrosamente quitaba los dolores musculares de aquellos abuelos que ya estaban “pisando los 80 años” o sea,” estaban mascando el agua”

 

Como olvidar…

Al grupo Miramar, que ponía bailar a los valeranos hasta el amanecer…A “Keko” y su viejo bus de madera que se iba full con la alegre muchachada que iba a disfrutar de un domingo de diversión en las frías aguas del río Motatán, sector Quebrada de Cuevas, luego, venía la forra de hallacas de caraotas, dicen que son las más exquisitas de toda Venezuela…

El famoso “Chente” y el alquiler de bicicletas a bolívar la hora. Muchacho que no apareciera con el triciclo, era buscado por toda Valera, hasta encontrarlo, recibía sus buenos “coscorrones” y sancionado por un año sin poder pedalear de nuevo por esas calles de la comarca.

 

La primera bodega

La primera casa que se levantó en aquellos cañaverales que hoy se conoce como Valera, la hizo en 1801, la matrona Águeda González, divorciadas tres veces, y se volvió a casar en cuartas nupcias con Pedro Orada. La llamativa vivienda era de bahareque y techo de palma… Era la única posada que existía para la época, los viajeros que por aquí pasaban encontraban comida echa en fogón de leña a cualquier hora. Se habla, que fue la primera bodega que conoció nuestra población.

 

Madre mía…

Francisco Labastida pasó a la historia por haber traído del Edo Miranda en 1801, tres hermosas matas de café que sembró en una hacienda de Mendoza. De esas tres matas procede todo el café del Edo Trujillo…

 

Muerto sin enterrar

En 1966, un muchacho con problemas de conducta es asesinado en nuestra ciudad. El padre del joven atormentado por el sentimiento de culpa por la conducta irregular del hijo, entró en desesperación y depositó en la urna del joven 10 mil bolívares para que lo acompañaran en otra vida…La voz se corrió por toda Valera, luego, de los actos fúnebres, en horas de la noche, un grupo de jóvenes se dieron a la tarea de desenterrar el cadáver, sacaron de la urna los 10 mil bolivarianos y se marcharon sin enterrar de nuevo los restos mortales del muchacho muerto.

 

Personajes valeranos…

Ezequiel Suarez Avendaño, fue por varios años la mejor voz de la locución venezolana. En los gobiernos de Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera, Ezequiel Suárez, desde el Palacio de Miraflores, era el encargado de anunciar a los venezolanos: “Señoras y señores, ahora queda con ustedes el ciudadano presidente de la República de Venezuela”. Era la inolvidable alocución presidencial…

 

Las caimaneras

La pasión de aquella Valera de antier, eran las caimaneras de béisbol. Se hacían en cualquier terreno o calle de la ciudad. Los jóvenes elaboraban sus propios guantes de jugar. Las más famosas fueron las caimaneras que se realizaban en el sector Las Delicias, la ciudad marchaba cualquier domingo para disfrutar de aquellos jugadores de béisbol como salidos de las grandes ligas por la pasión que le ponían a cada encuentro deportivo…

 

Sabía usted…

Lo que hoy es la av. Bolívar, era un camino de tierra, hace 70 años por allí transitaban las carretas que llevaban los cargamentos de caña para los trapiches de don Mario Maya, ubicados donde hoy están las urbanizaciones plata 3 y 4…Detrás del liceo Rafael Rangel, estaba ubicada una enorme laguna que regaba las siembras de caña. Los domingos se gozaba a lo grande con los botes de remar… Fuente. Alberto La Riva Vale. Maestro Juan Morillo.

 

 

 

 

 

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