Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130) .- Esta es una noche distinta a todas las anteriores, porque hoy por nuestra devoción y tradición, en cada corazón nace el Niño Jesús. En todos los hogares, su llegada es esperada con gran anhelo y fe cristiana. No obstante la situación social de cada familia, el advenimiento siempre es antecedido por la tradicional cena navideña al gusto de nuestra hallaca, porque aunque falte el pan de jamón y ensalada de gallina, igual es Nochebuena. En el más apartado rincón de nuestro país, los bienaventurados y humildes hogares, se han venido preparando para esta noche con Él Señor. Será notoria la ausencia de algunos de los integrantes de la familia, porque se marcharon al encuentro con Él Señor y otros porque las circunstancias los llevaron a marcharse en búsqueda de nuevos horizontes dada la situación país.
En los centros urbanos, en el menos urbanizado y también en el ámbito rural, aún se dispone de espacio y tiempo suficientes para que la tradición del pesebre se extienda en toda su dimensión creativa. Ningún niño olvidará esta noche de la Natividad del Señor. Unos tendrán viva la imagen de recordar su primer regalo de navidad en lo que los padres se las ingenian para colocar un presente que muchas veces a solicitud o por la voluntad del Niño Jesús, llega al tradicional pesebre y luego en el zapato, según la tradición de cada hogar.
NTradicional pesebre
Desde los primeros días de diciembre, se ubica un lugar para el Portal de Belén, rodeado de: María, José, la mula y el buey; allí nació el Niño Jesús, donde posteriormente guiados por la Estrella de Belén, también llegarían los pastores y los 3 Reyes Magos con incienso, mirra y oro, con lo cual nace la tradición del regalo de navidad para los niños.
El arte y la confección con vivos colores que semejan la naturaleza y se ponen de manifiesto a través de figuras especiales que suman la riqueza creativa artesanal que caracteriza la región de los andes. La estrella, los ángeles, las ovejas, las casitas y tantos otros atractivos adornos, la mayoría de ellos diseñados por imaginería popular que los hace característicos de cada zona. Pese a la situación reinante, el venezolano no ha renunciado a la costumbre de su tradicional pesebre, con el Niño Jesús cubierto hasta la noche de su nacimiento, que es este 24 de diciembre.
Sacrosanto vino natural
Esta noche del 24 como cada año, afloran los recuerdos, mientras va germinando la despedida del último día de diciembre. En el 2022, nos acompañaran nuevos proyectos, pero para tener mucho que contar, vivamos vigorosamente esta noche de fiesta, que se engalana con su mejor ambiente. Hoy es época de: festejo y encuentro espiritual; del calor y la felicidad. Brindemos con el sacrosanto vino natural, por la paz y prosperidad del país, pero disfrutemos con la intensidad que no hemos vivido anteriormente, porque es la noche de navidad y otro año, que damos gracias a Dios, por permitirnos compartir.
dlahectorb@gmail.com
.