Carolina Hantuch, quien es reconocida por los diversos sectores sociales, ya que es frecuente verla haciéndole cura a los perros especialmente callejeros y que padecen enfermedades o por diversas causas sufren maltratos involuntarios o de exprofeso. Esto último sería originado por personas que no miden las consecuencias al utilizar la violencia contra indefensos animales, como expresara la entrevistada.
En esta oportunidad nos dijo la curadora de perros callejeros (así la conocen), también vengo porque luego de la grata experiencia obtenida con mi participación en la Asociación Ayuda Animal, desde donde me retiré por razones personales (que no viene al caso comentar), por lo que ahora estoy trabajando contando con Dios y su santa ayuda. Esto me permite acercarme a personas de muy buen corazón quienes me colaboran con medicamentos que les requiero o que confían en mí y me hacen llegar las apoyos económicos que tengan a bien para poder prestar ayuda a los animales en cautiverio o los que especialmente se encuentran en condición de abandono y expuestos por las calles y avenidas de Boconó.
Hasta morir abandonados
En este caso, para la campaña de sanación, estoy solicitando la colaboración a quien pueda apoyarme para comprar Lepecid (6$) y Bactrovel Plata (16$). Estos y otros medicamentos, que existen en el mercado, son los que en este momento estoy requiriendo para proceder a las curas de los perritos enfermos y que en estos momentos por las condiciones de nuestra naturaleza, aunado que ante la falta de cobijo, siguen expuestos al sol y agua.
El trabajo que realizo voluntariamente desde hace varios años y para lo cual siempre recibo el respaldo muy decidido de familias, que incluso han adoptado algunas mascotas, lo que hemos logrado con una gran satisfacción. No obstante, también criticamos a las personas – aunque en algunos casos los entendemos, pero no lo justificamos – que lanzan estos animalitos a la calle y lejos de donde han pasado los mejores años de su vida, como para que estos no puedan regresar y comiencen sus padecimientos, que luego sin recibir ningún tipo de cuidado mueren en total abandono.
Me disculpan
Las personas o instituciones públicas y privadas de buen corazón, que deseen ayudar, pueden donar medicamentos que ya no tengan en uso y que yo aprovecharé en la salud de los perritos. Igualmente – señaló Carolina Hantuch – me pueden colaborar o completar en la medida de las posibilidades de cada cual. Me disculpan, pero debo expresarles, que aquí no se trata de únicamente decir “Pobrecito el perrito” o ¿Qué persona tan cruel le ocasionaría ese daño? Por eso les recuerdo que: Uno de los medicamentos tiene un costo de 6$ y el otro 16$. Ambos me sirven para curar las heridas y sacar los gusanos.
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Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130)
dlahectorb@gmail.com
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