Bogotá, 19 sep (EFE).- El comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Eliécer Herlinto Chamorro, alias Antonio García, aseguró este jueves que el proceso de paz con el Gobierno colombiano puede continuar pese a que no hay un cese el fuego y a que el Ejecutivo lo dio por suspendido tras el ataque de esa guerrilla a una base militar en Arauca que dejó dos muertos y 27 heridos.
«Aún en medio de las operaciones militares pueden continuarse los procesos de paz, eso han hecho en varios momentos diferentes gobiernos, ahora no puede ser la excepción», dijo el jefe guerrillero en redes sociales.
El Gobierno de Colombia confirmó el miércoles que el diálogo de paz con el ELN «queda suspendido» tras el atentado con explosivos perpetrado el martes por esa guerrilla contra una base militar del Ejército en Puerto Jordán, en el departamento de Arauca, en el este del país, que dejó dos soldados muertos y 27 heridos.
La delegación del Gobierno en la mesa de diálogo aclaró de esta forma lo dicho en la noche del martes por el presidente Gustavo Petro, quien declaró que el ataque «cierra un proceso de paz con sangre».
Alias Antonio García también aseguró hoy: «El ELN ha sido objeto de operaciones militares en su contra por parte de la Policía y las FF.MM., pero nunca hemos dicho que el proceso de paz esté roto» y aseguró que «quien rompe (el diálogo) es el presidente Gustavo Petro con sus declaraciones».
Y cargó otra vez contra Petro al asegurar que el proceso de paz «está congelado por incumplimientos de acuerdos por parte del Gobierno».
Además recordó que el cese el fuego de un año, que expiró el pasado 3 de agosto, «no pudo prorrogarse y en el contexto de buscar soluciones, el ministro de Defensa y el comandante de las Fuerzas Militares ordenaron reanudar las operaciones ofensivas contra el ELN».
El Gobierno y el ELN reiniciaron en noviembre de 2022 en Caracas las negociaciones de paz con la última gran guerrilla latinoamericana que, sin embargo, se estancó a comienzos de este año.
El motivo fueron las exigencias del ELN de que el Ejecutivo los retire de la lista de grupos terroristas y abandone el diálogo regional que mantiene en el departamento de Nariño (suroeste) con Comuneros del Sur, grupo supuestamente escindido del ELN.