El Zanjón del Tigre y sus 12 puentes

Por: Cronista Pedro Bracamonte Osuna

Para los que siempre tenemos un recuerdo de la Valera que se nos fue, el transitar por las inmediaciones del Zanjón del Tigre, constituye un retornar a su historia oculta que se diluye entre el ruido y la anarquía actual. Este histórico mito, yace en la memoria del pueblo gracias a añejos escritos que testifican su existencia mucho antes de la formación de esta ciudad y de cómo cargado de aguas venidas de distintos cauces se empalmaban y demarcaban las antiguas posesiones que luego con el paso del tiempo se convirtieron en villa. Hoy apenas se le alcanza a distinguir como un sombrío cauce embaulado que atraviesa las entrañas de Valera.

En la histórica discordia judicial de 1819, donde los herederos de Mercedes Díaz, se repartieron los retazos de la hacienda Santa Rita, el Zanjón del Tigre fue determinante como lindero. Un tigre fabulado por nuestra tradición oral y que pareciera rugir desde las hondonadas, da origen a su nombre que hoy está sepultado en el recuerdo del enlosado citadino.

Su origen está en los predios de “El Contrafuego” al oeste de la ciudad, baja por San José y Santo Domingo en forma originaria y se oculta en el concreto frente al TNJ para recorrer las honduras de Valera en paralelo a la avenida Bolívar y mostrarse en pequeños destellos de su recorrido en los aledaños del sector El Bolo y la iglesia El Carmen, rumbo a su fusión definitiva con el río Motatán en el sector La Vega de Santa Bárbara, muy cerca de San Rafael.

Cuando la villa urgió expandirse, Juan Ignacio Montilla adquirió en nombre del municipio el llano de San Pedro, ameritando la construcción de puentes para su unión y así sobre el Zanjón del Tigre se edificaron doce, siendo el primero conocido como “Puente de Hierro” en la calle 12, abierto el 23 de mayo 1907. Luego en julio de 1911 en la calle 11 se inauguró el segundo, a los que siguieron los puentes de la calle 5 en 1920, calle 8 en 1921 y para 1924 la calle 10 tuvo finalmente su pasarela. En 1926 un nuevo enlace se construye en la calle 14 y en 1930 se cimentó otro en la calle 13. También se refleja que en 1938 se consolida otra estructura en la calle 9 y para 1948 la calle 6 fue la próxima. Los puentes que se resistieron al paso del tiempo, son el edificado en 1949 en las cercanías de la iglesia El Carmen y el otro se ubica en las inmediaciones de la clínica UGA, inaugurado en 1951. La última conexión de concreto corresponde a la calle 15, bajo la administración de Alberto Maldonado Labastida en 1954.

La oralidad local relata las hazañas de centenares de valeranos que exploraron las entrañas de la ciudad, aventurándose a través del Zanjón del Tigre para descubrir míticos animales y personajes fantasmales, emulando al genio de la literatura Jorge Luis Borges, que nos describe su encuentro con la belleza solitaria de un tigre que se paseó por la margen de un río cuyo nombre ignoró y hoy ruge entre los altares de sus versos.

 


Fuentes: Luis González – Valera, La Ceiba y la Globalización 1999  “El Anunciador de Valera” – 1935. Conversaciones con Luis Amado Bracamonte y Carlos Gil Coronado

 

 

 

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