Ciudad de México, 17 jun (EFE).- El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, integrado en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), prevé que la primera tormenta tropical de la temporada en el Atlántico llegue en 48 horas, según ha anunciado el organismo este lunes.
«La zona de baja presión que se encuentra en el Golfo de México incrementó esta mañana a 70 % su probabilidad para formar un ciclón tropical en 48 horas», reza el mensaje, que se ha acompañado de un gráfico detallado de la situación.
Así se observan dos zonas de bajas presiones que podrían desembocar en una tormenta tropical: la primera y más potente, situada frente a las costas del sureño estado de Campeche, «incrementa a 70 % su probabilidad para desarrollo ciclónico» en los siguientes dos días.
Según el SMN, se desplaza lentamente hacia el oeste-noroeste.
La otra zona de estudio está en el Atlántico Central, aproximadamente a 2.380 kilómetros al este-noreste de las costas del también sureño estado de Quintana Roo, y tiene un 10 % de probabilidad de desarrollar un ciclón en 48 horas, aunque para los siguientes siete días aumenta hasta el 30 %.
Si finalmente nace una tormenta tropical, sería la primera de las 41 que las autoridades mexicanas pronosticaron para la temporada 2024.
«Se pronostican de 15 a 18 sistemas con nombre en el océano Pacífico, de los cuales entre 8 y 9 serían tormentas tropicales, de 4 a 5 huracanes categorías 1 o 2, y de 3 a 4 huracanes de nivel entre 3 y 5», ha explicado la titular del SMN, Alejandra Méndez Girón, a principios de mayo.
La temporada de ciclones se inicia el 15 de mayo en el océano Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico y, según Méndez, será «más activa de lo habitual en el Atlántico», con hasta 50 % por arriba del promedio, que corresponde a 14 sistemas.
Esta posible tormenta tropical se predijo después de que en 2023 el balneario de Acapulco, estado de Guerrero, en el sur de México, sufriera el paso del huracán Otis, el ciclón más fuerte de la pasada temporada, que tocó tierra cerca del turístico Acapulco el 25 de octubre como huracán de categoría 5, con vientos sostenidos de 260 km/hora.
El fenómeno se convirtió, de acuerdo con el Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), «en el huracán más fuerte jamás registrado en tocar tierra en el Pacífico oriental», pues causó al menos 51 personas muertas, 34 desaparecidas y unas pérdidas de unos 3.200 millones de dólares.
.