Teherán, 10 mar (EFE).- El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó que el uso del velo islámico es una obligación legal y una necesidad religiosa de las mujeres iraníes para mantener una vida «casta» y garantizar la seguridad de la sociedad.
El mandatario llamó además a las instituciones del país a que «monitoricen» la aplicación de las leyes que desde 1983 imponen el uso del hijab para todas las iraníes de más de nueve años, según un comunicado publicado este viernes por el Gobierno.
«La experiencia social de la República Islámica muestra que las mujeres y niñas de esta tierra enfatizan el mantenimiento de la castidad y el velo como una prioridad que proporciona seguridad para vivir una vida casta y religiosa», dijo Raisí el jueves en el Consejo Social del Estado.
El ultraconservador presidente describió el hiyab como «una necesidad de la sharía» -ley islámica- y un requerimiento legal acordado por los miembros de la sociedad iraní que tienen que cumplir todos en el país.
Así, Raisí llamó a las instituciones culturales, educativas y medios de comunicación a que «expliquen la cuestión del velo y la castidad» a los jóvenes para «aclarar las dudas» sobre este tema.
El presidente reconoció que «algunas personas tienen opiniones diferentes» respecto a esa prenda, pero subrayó que «el cumplimiento de las leyes debe ser considerado un principio».
Por ello, pidió al Consejo Social del Estado y otras instituciones del país persa a «crear la coordinación necesaria para monitorizar la aplicación de la ley (del velo) para crear las condiciones para mantener la seguridad social».
REVOLUCIÓN SOCIAL
Las declaraciones del mandatario se producen cuando numerosas iraníes han dejado de cubrirse la cabeza con el velo en el país, en una suerte de revolución social desatada por la muerte en septiembre de Mahsa Amini tras ser detenida precisamente por no llevar bien puesto el hijab.
La muerte de la joven kurda de 22 años desató las mayores protestas en décadas contra la República Islámica, protagonizadas por jóvenes al grito de «mujer, vida libertad», que casi han desaparecido tras una represión que ha causado casi 500 muertos y en las que han sido ahorcados cuatro manifestantes.
Ante los continuos gestos femeninos de desobediencia social, cada vez más voces conservadoras piden que se apliquen las leyes que imponen esta prenda.
«Quitarse el velo equivale a mostrar enemistad a la República Islámica y sus valores. Las personas que comenten este acto anormal deben ser castigadas», dijo esta semana el jefe del Poder Judicial iraní, Gholamhosein Mohseni Ejei.
De momento no se está forzando a las mujeres a cubrirse la cabeza, pero en las últimas semanas se están dando pasos en este sentido.
Las autoridades han cerrado dos farmacias recientemente, en Teherán y en la norteña Amol, porque sus empleadas no vestían un velo y en varias universidades han recordado a las alumnas que se tienen que cubrir.