Shanghái (China), 10 ago (EFE).- El índice de precios al consumidor (IPC), principal indicador de la inflación en China, se situó en el 2,7 % interanual en julio, mes en el que el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, siguió moderando su avance hasta el 4,2 %.
Según los datos oficiales publicados hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el dato del IPC es 0,2 puntos más alto que el del mes anterior (2,5 %), mientras que los precios industriales se situaron 1,9 enteros por debajo del nivel de junio (6,1 %).
En ambos indicadores el resultado es más bajo al esperado por los analistas, que pronosticaban un repunte del 2,9 % para los precios al consumidor y del 4,8 % para los mayoristas.
La comparación intermensual arroja un repunte del 0,5 % en el caso del IPC y una rebaja del 1,3 % en el IPP.
Cabe recordar que en el global de 2021 los precios al consumidor se habían incrementado un 0,9 % y los mayoristas, un 8,1 %.
EL IPC MÁS ALTO EN DOS AÑOS, PERO CERCA DEL PICO
Según Dong Lijuan, estadístico de la ONE, el repunte del IPC se debe principalmente a la evolución de los precios de la comida, principalmente los de la carne de cerdo, algo que los analistas atribuyen a los mayores costes de la crianza derivados de un repunte del gasto en alimentar a las cabezas de ganado.
Zichun Huang y Julian Evans-Pritchard, analistas de la consultora británica Capital Economics, destacaron que los precios al consumidor se situaron en su nivel más alto de los últimos 24 meses, acercándose al objetivo que el Gobierno se marcó el pasado mes de marzo para este año, del 3 %.
Pese a este repunte, la tasa de inflación sigue siendo «muy baja en comparación con el estándar global» y, de hecho, estos dos expertos pronostican que el IPC llegará pronto a su pico y volverá a bajar en los próximos trimestres: «Dudamos que la inflación de los precios al consumidor vaya a aumentar mucho más».
Parte de su teoría se apoya en el hecho de que la inflación subyacente, que excluye precios volátiles como los de los alimentos o la energía, se mantuvo baja (+0,8 %) debido a «la continua atonía de la demanda doméstica».
Además, uno de los factores que más ha tirado hacia arriba del IPC en los últimos meses, el combustible para transporte, registró una importante reducción en julio frente al nivel de junio (-3,3 %), aunque sigue siendo un 24,2 % más caro que hace un año.
BAJADA DE LAS MATERIAS PRIMAS
En el caso de los precios industriales, la ONE achaca la situación a «múltiples factores nacionales e internacionales» como la caída intermensual de los precios de materias primas importantes como el crudo o los metales.
Concretamente, la industria de fundido y laminado de metales ferruginosos fue la que registró la mayor caída de sus precios (-6,2 %) con respecto a junio, aunque todavía acumula un repunte del 3,5 % en el global de 2022, situación similar a la de procesado de petróleo, carbón y otros combustibles, que cayó un 2 % intermensual pero todavía registra precios un 32,8 % superiores este año.
Parte de la fuerte caída que registraron los precios industriales en julio se debe al efecto de la base comparativa, ya que el IPP se disparó con potencia durante la segunda mitad de 2021, cuando marcó máximos desde 1995.
Sin embargo, destacan Huang y Evans-Pritchard, el indicador también registró en julio su primera caída intermensual desde el pasado mes de enero.
«Creemos que la inflación industrial seguirá marcando una trayectoria descendente a lo largo de lo que queda de año en el marco de una mayor caída de los precios de las materias primas, aliviando los atascos de suministro», indicaron los analistas.