![Foto archivo. Francois Bayrou (izquierda) Emmanuel Macron (derecha).. EFE/EPA/LUDOVIC MARIN / POOL MAXPPP OUT[MAXPPP OUT]](https://diariodelosandes.com/wp-content/uploads/2025/07/2d46bc707c820bf46add845296f96fc1cf60f353w.jpg)
París, 16 jul (EFE).- Aunque con algunas disonancias, el Gobierno francés cerró hoy filas en torno al plan del primer ministro, François Bayrou, para un ajuste presupuestario de casi 44.000 millones de euros en 2026, pero el rechazo de la oposición, que amenaza con la moción de censura, ha sido frontal.
«El primer ministro anunció ayer una estrategia de reforma, de transformación del país, que responde también a las necesidades de Francia y que se basa en una observación sólida, factual y lúcida», valoró el presidente Emmanuel Macron en declaraciones a la prensa este miércoles durante una visita a Lourdes (sur).
Es el mismo mensaje que ya había recalcado esta mañana al equipo de Gobierno durante la reunión semanal del Consejo de Ministros, pero el trabajo ahora va a proseguir, dijo, y lo que espera de otras formaciones políticas es que «propongan ideas» si consideran que el plan presentado por Bayrou el martes puede ser mejorado.
«Si otros tienen ideas más inteligentes para incrementar la actividad y para ahorrar, el primer ministro las recibirá», aseguró, sin dejar de incidir en que «el rumbo está marcado» y en que la situación de Francia impone «acciones valientes».
Otras figuras, como la ministra de Hacienda, Amélie de Montchalin, defendieron igualmente el plan asegurando que aunque no se niega «el esfuerzo» que se pide a los franceses, al menos está repartido de manera «equitativa».
También defendió el plan una de las figuras más a la derecha del Ejecutivo de Bayrou, el ministro de Interior y presidente de la formación conservadora Los Republicanos, Bruno Retailleau, porque Francia «no puede mantener el mismo tren de vida».
Desde su campo, además, propuso medidas como aumentar las tasas para trámites legales como la petición de permisos de residencia o la reforma de la asistencia sanitaria a extranjeros con órdenes de abandonar Francia, en línea con su posturas antinmigración.
Pero otros ministros, como de Justicia, Gerald Darmanin, salieron a aclarar que su departamento no verá sus dotaciones congeladas como está previsto para todos los sectores del estado, según anunció ayer Bayrou, con la excepción de los servicios de pago de deuda y las inversiones en defensa.
Apoyo con matices manifestó el ex primer ministro y jefe del bloque macronista Renaissance en la Asamblea Nacional, Gabriel Attal, quien consideró vital controlar el gasto pero apuntó que «algunos temas» deben debatirse o corregirse, y más crítico fue el también ex primer ministro Edouard Philippe (aspirante a presentarse a presidente en 2027), al expresar que el plan no traerá una «transformación real».
En cualquier caso el verdadero caballo de batalla será convencer a alguno de los principales grupos de la oposición cuando llegue la hora de debatir y apoyar el plan en la dividida Asamblea Nacional durante el último trimestre del año, ya que el Gobierno solo cuenta con una mayoría relativa.
Inaceptable para la oposición
El Partido Socialista (PS), la formación más moderada de la oposición, apostó ya la pasada noche por la moción de censura «en las condiciones actuales», según dijo su primer secretario, Olivier Faure, que apuesta por medidas como la ‘tasa Zucman’ para gravar a las grandes fortunas.
Tampoco es aceptable el plan para la Agrupación Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen, que ha cargado en especial contra medidas como la supresión de dos de los once días festivos del calendario laboral francés.
«Es un ataque directo contra nuestra historia, contra nuestras raíces y contra la Francia trabajadora», criticó el actual presidente del partido y mano derecha de Le Pen, Jordan Bardella, en la red social X.
Encuestas realizadas este miércoles por el canal televisivo BFM revelan que una abrumadora mayoría de los franceses (75 %) estarían también en contra de esa propuesta de Bayrou, que el primer ministro justificó bajo el argumento de que «hay que trabajar más» para aumentar la producción.
Por su parte, principal partido progresista, el izquierdista La Francia Insumisa (LFI), es el que más nítidamente se ha expresado en favor de una moción de censura y considera catastrófica esta batería de medidas, en línea con lo que opinan también los principales sindicatos.
La larga lista de medidas que anunció en la tarde del martes el primer ministro incluye severos recortes del gasto público, medidas para aumentar los ingresos del Estado y un plan para incrementar la producción ya que, según el análisis del Gobierno, Francia vive atrapada en una espiral de deuda insostenible.
El objetivo es bajar el déficit público del 5,8 % del PIB en 2024 hasta el 4,6 % en 2026 mediante ajustes como la congelación de las pensiones, prestaciones sociales y salarios de los funcionarios, una reducción de los gastos en sanidad y la reducción del empleo público.
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