La madre tierra germinaba abundantes árboles de dividive. Siendo un bosque de este árbol, que tiene una altura prudente entre unos 6 a 8 metros aproximadamente. Sus ramas se van moldeando a la dirección del viento. Produciendo, en estas cálidas tierras una sombra agradable para el refresco natural.
Ello fue el gran atractivo para los primeros pobladores, en busca de la explotación de esta madera sus primeros visitantes fueron inmigrantes el primero de ellos Luis Cristiano Manjar, de origen inglés. El otro Andrés Soler, que de hecho por un tiempo fue referencia de este lugar reconociendo como el lugar de Soler, tanto como para ida como para el regreso.
Así lo confirman en las crónicas de Américo Betancourt Lobo. Al transcurrir bastante tiempo los pobladores tomaron como nombre bautismal de este lugar el que proveyó su naturaleza el de El Dividive. No es un nombre de origen indígena, o de bautismo español, como la de mayoría de los pueblos de Trujillo, es la esencia misma de su tierra.
En el transcurso de su tiempo ha evolucionado desde ser municipio, parroquia eclesiástica, hoy municipio autónomo de acuerdo a la última Ley de Política Territorial del estado Trujillo, también es parroquia capital.
Hoy es un lugar de identidad trujillana, protegido por la mirada protectora de la Virgen de Chiquinquirá, que su mirada se direcciona hacia la carretera panamericana, una vía obligatoria, para este estado de encrucijada que es Trujillo, una de sus grandes y fortalezas.
Su estructura arquitectónica es producto de las características de un pueblo de planicie, de zona calidad con cercanías a la costa, más que a la montaña. Es un lugar que la historia lo ha reconocido como: el bajo Trujillo en la colonia. En contemporaneidad, zona, baja, zona del de progreso, el granero de Venezuela, zona de la esperanza.
El Dividive es un pueblo de calles anchas, ha sido planificado, es atípico, tiene seis entradas y por supuesto, seis salidas, el punto de encuentro es la Plaza Bolívar.
Bibliografía. BETANCOURT, Américo. El Dividive de Ayer. El Dividive, 2008.