Antes del Mercado Municipal que inauguró la administración del general Eleazar López Contreras, los valeranos se surtían de la carne, hortalizas y otros víveres en El Solar, un espacioso terreno que estaba en el sector “Guaicaipuro”, ubicado en el edificio donde hoy se levanta Cobrapsa.
Allí eran donde los valeranos “hacían su mercado”, y compraban los productos frescos traídos de localidades vecinas como Mendoza “Fría”, El Tomón, Agua Clara, Los Cerrillos, desde donde venía el tomate, ají dulce, pimentón y cebollín de rama –la cebolla junca- y perejil, la cebolla, arvejas, apio y berro. Desde La Mata y Sabana Libre venían las “yemas” o huevos envueltos en hojas de tártago.
Entre 1937 y 1938, cuando se inaugura el antiguo Mercado Municipal de Valera, en pleno centro de la ciudad, existía un salón aparte para la venta de carne. En las pesas –nombre que se le daba a las carnicerías- se beneficiaban dos reses diarias, que vendían los cuatros peseros (carniceros) que había, Fernando Fajardo, Silvestre Viloria, Tomás Briceño y Polo Parra. La venta era al aire libre y se vendía hasta las 11 de la mañana. El kilo de carne pura sin hueso, costaba Bs. 2,00 y con hueso Bs. 1,50. Un kilo de mondongo costaba Bs. 0,75 y la morcilla Bs. 1,00 o Bs. 1,50, las chinchurrias las regalaban. Las lenguas de las reses, los ojos y los cachos los lanzaban al zanjón de El Tigre. Una res podía valer entre Bs. 200,00 y Bs. 250,00.
El pariente Noé Matheus, en su camioncito traía las reses desde Monay, donde se las compraba a don Chalo Pérez y don Chegel Álvarez o a los Márquez Cañizales.
Para 1940 Valera contaba con 14 mil habitantes aproximadamente, el comercio era el motor del progreso de la dinámica ciudad. Firmas como Santini Hermanos y Muchacho Hermanos estaban en pleno ascenso.
Los primeros distribuidores de cauchos y repuestos en Valera fueron Muchacho Hermanos, Armando Ramírez y Mancilla Hermanos. También estaba Manuel Hernández, de la Ferretería Los Andes, que traía desde Colombia, maquinaria para carpintería marca Penaco, desgranadoras de maíz y cortadoras de pasto.
1940, don Pedro Febres Jelambi estaba al frente de Radio Valera, el primer medio de comunicación radioeléctrico de la ciudad, junto al técnico y socio de la emisora, míster Temple Lee. En 1942, procedente de Ejido, estado Mérida, llega a la urbe, Carlos Julio Balza, quien será administrador de la radio y su posterior propietario, hasta 1978.
Ya para 1941 Juan Abreu instala su firma Juan Abreu C.A., en la avenida 10, a una cuadra de la avenida Bolívar. En su negocio se expendían lámparas de gasolina Coleman, calzados Pepito, neveras a gas, cocinas, radios Phillips, máquinas de coser Singer y rockolas Wurlitzer.
Para el año de 1944 llega a la ciudad de las siete colinas procedente de la capital de la República, Ramón Luna, tío de Alfredo Sánchez Luna (el gran tenor venezolano de todos los tiempos, Alfredo Sadel) y se asocia con Elías Rad y montan un comercio que se dedica a la venta de neveras, tocadiscos (pick-up) y rockolas un poco más arriba de la plaza Bolívar, entre las calles 9 y 10, llamado “Rad y Luna”.
Los barberos más famosos de esa época en la ciudad, eran en Las Delicias, Roberto Sánchez, Lucio Maldonado que estaba al lado del “Conticinio” en la avenida 10 y Toribio Flores, que estaba muy cerca de la plaza Bolívar, justo al lado de la pensión Camandiel.
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