EL ATENEO DE VALERA EN EL BICENTENARIO DE VALERA | Por: Francisco González Cruz

El Ateneo de Valera es la más formidable iniciativa cultural de la sociedad civil valerana en sus doscientos años de existencia. Valera ha sido pródiga en la creación de grupos culturales en campos como la danza, la música, el teatro, la literatura, la pintura y escultura, el diseño y otras manifestaciones artísticas, pero el Ateneo ha sido la casa grande que ha cobijado, estimulado o promovido casi todas ellas. Además, en su sede han encontrado lugar otras iniciativas en asuntos tan diversos como el deporte, el comercio y la industria, la educación en todos sus niveles y modalidades, el culto religioso, las actividades gremiales, la política y muchos otros temas del quehacer humano.

Tiempos malos ha vivido el Ateneo por diversas razones, hasta llegar al extremo de que un alcalde tuvo la osadía de confiscarle su sede y entregársela a un grupo político. Los ateneístas se encontraron en la orfandad y el desconcierto.  Pero casi siempre predominó la sabiduría de su liderazgo eficaz y generoso que logró el portento de llevarlo a ser una de las más importantes instituciones culturales del país. Una de esas luces permite ahora acudir a su rescate, al colocar como una disposición estatutaria que mientras existan 10 integrantes del Ateneo este seguirá existiendo.

Y he aquí que, en el marco del bicentenario de la ciudad, el grupo Voces de Valera se dedicó, entre otras cosas, a reunir esas 10 personas y adelantar paso a paso, con todas las previsiones legales, lo necesario para crear la comisión reorganizadora que designe una comisión electoral, para luego llamar a elecciones y lograr que esta noble institución tenga una nueva directiva.

El Ateneo de Valera es una asociación civil de interés cultural, sin fines de lucro, que debe funcionar independientemente de que tenga o no esos edificios que le son propios. Hay muchos espacios públicos donde reunirse, existen instituciones dispuestas a ofrecer sus locales para determinadas actividades y hasta casas de familia donde reunirse. Los ateneístas son el Ateneo, y mientras existan asociados existirá esta noble institución orgullo de la ciudad bicentenaria. Dios ampare esta iniciativa, que debe recibir todo el apoyo de la ciudadanía y de sus instituciones.

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