El acceso a Machu Picchu sigue paralizado y pobladores rechazan una mesa de diálogo

Fotografía de archivo en la que se registró un sector de la ciudadela prehispánica de Machu Picchu (Perú). EFE/Paula Bayarte

 

Lima, 29 ene (EFE).- El distrito peruano de Machu Picchu se mantiene este lunes totalmente paralizado y sin la presencia de turistas, mientras sus pobladores rechazan una propuesta de diálogo planteada por el Ejecutivo para solucionar una huelga que impide el acceso al famoso sitio arqueológico.

La paralización, que comenzó la semana pasada en rechazo a la decisión del Ministerio de Cultura de vender de manera virtual todas las entradas al sitio arqueológico, llevó a que las calles del pueblo luzcan desoladas, sin turistas ni visitantes, según mostraron medios locales.

Tras una reunión realizada este domingo, el autodenominado «Colectivo popular del distrito de Machu Picchu y comunidades» emitió un comunicado de rechazo a la propuesta del Ejecutivo de instalar una «mesa técnica de diálogo».

Los pobladores acordaron radicalizar la huelga, que impide el acceso al sitio arqueológico desde el jueves pasado, y ratificaron su exigencia de que se anule la entrega de la venta de la totalidad de las entradas virtuales a una empresa privada.

En ese sentido, exhortaron a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, a «declarar la nulidad del contrato» y anunciaron que, una vez que eso suceda, «inmediatamente» aceptarán que se instale la mesa de diálogo.

«Se radicalizará la huelga indefinida en el pueblo de Machu Picchu y sus comunidades», indicó el pronunciamiento antes de responsabilizar de cualquier incidente a las agencias de turismo «que envíen turistas al distrito de Machu Picchu por la vía de acceso amazónico estando vigente el paro indefinido».

«Exhortamos a la Dirección Desconcentrada de Cultura que cierre la llacta (pueblo) inca de Machu Picchu mientras continúa la huelga indefinida, esto por medidas de seguridad», remarcaron.

La ministra Urteaga aseguró este domingo que el Gobierno no cambiará su decisión de implementar un nuevo sistema de venta de boletos para ingresar a Machu Picchu y consideró que la paralización «es producto de unos pocos que quieren seguir sacando provecho» del patrimonio cultural «a través del mercado negro de los boletos».

«Hay algunas personas (que están detrás de la protesta), tengo entendido que son exautoridades de Machu Picchu, que quisiéramos conversar con ellos, pero hay una lamentable resistencia respecto a este diálogo y no estamos aceptando de ninguna manera el chantaje», señaló en declaraciones citadas por el diario El Comercio.

La ministra dijo que, de acuerdo con un informe de la Contraloría, con el anterior sistema de venta directa de entradas no se contabilizaban hasta 80.000 boletos al año, lo que representaba una pérdida anual de 7,5 millones de soles (1,9 millones de dólares).

El sábado pasado, el decano del Colegio de Licenciados de Turismo de Cuzco, Roland Llave, declaró a la emisora RPP que la afectación que causa la paralización «es de millones de soles a todas las economías familiares de la región Cuzco y el Perú, al no poder realizarse los tours».

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Ollantaytambo, Carlos González, anunció que durante los últimos días se había evacuado a cientos de turistas que no podían acceder al sitio arqueológico, cuyo aforo fue ampliado a 4.500 visitantes diarios a partir de diciembre último.

 

 

 

 

 

 

 

 

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