El sistema de inmunización para los lactantes menores y en crecimiento se encuentra debilitado, debido a la escasez de un 50 % de las vacunas establecidas en el esquema, las cuales no llegan a los centros de salud públicos del Táchira desde hace muchos años.
Liza Villamizar, coordinadora del programa de vacunación del Hospital Central de San Cristóbal, explicó que desde hace tiempo varias vacunas dejaron de formar parte del servicio de inmunizaciones gratuitas, entre ellas la neumococo, que lleva más de 16 años sin ser aplicada en medios públicos de la región andina.
“La rotavirus es otra de las vacunas que se aplican a los lactantes menores a partir de los dos meses, tenemos un período de ausencia de 6 a 8 años. También dejó de llegar a medios públicos la epatitis A, varicela, la meningococo pediátrica, que dejaron de llegar por los altos costos que estas generan para el suministro de las instituciones sanitarias”, explicó la licenciada en enfermería.
Del esquema tampoco volvió a llegar la anti influenza pediátrica, ni la meningococo para adultos; desde hace años no se tienen estas vacunas a nivel público. Otra vacuna que no volvió al dispensarios públicos es la SR o doble viral, que fue aplicada por última vez en jornadas desarrolladas hace dos años, cuando se registró un brote de sarampión.
Alto presupuesto se requiere para cubrir inmunización
Las enfermeras deben explicarle a las personas que acuden a los centros de salud públicos que solo cuentan con un 50 % de biológico para cumplir los esquemas de vacunación de sus niños, “y nos comentan que les toca pagar por medios privados, cuando antes se tenía acceso”, detalló la especialista en la materia.
Hace años era más fácil para las personas comprar las vacunas, pero en la actualidad una puede costar fácilmente 100 dólares, entonces si hay para una, no hay para dos o tres que necesitan los lactantes, comentó Liza Villamizar, quien a diario atiende a las personas que acuden en busca de este servicio.
“En otras ocasiones las personas cruzaban la frontera, hacían largas colas para rogar que le colocaran las vacunas, por medio de otro país, dado a la cercanía con Colombia”, relató Villamizar.
Pero con la llegada de la pandemia se ha complicado acudir a Cúcuta a cumplir con la vacunación, porque la frontera está cerrada y ha crecido la demanda de venezolanos que cruzan a inmunizarse.
Sistemas inmunes debilitados
Por ejemplo la rotavirus que no se está cumpliendo, hace que los infantes queden expuestos, con el sistema inmune debilitado, advierte Liza Villamizar.
Muchos bebés están perdiendo la oportunidad de ser inoculados en las dos dosis, que deberían ser puestas entre los 2 y 4 meses de nacimiento. Esta vacuna es esencial para evitar las diarreas por rotavirus en los bebés, la cual es necesaria aplicarla ante las precarias condiciones sanitarias que existen en el país.
“Las vacunas son preventivas, no va llegar a exonerar a los lactantes de adquirir una enfermedad, pero en este caso con una protección primaria de vacunación la enfermedad ya no sería tan agresiva”, explicó la coordinadora de la sala de inmunizaciones del HC.
Cuenta que en muchas ocasiones las personas dejan de aplicar las vacunas en espera de que lleguen las dosis completas y en esa espera pasa el tiempo. Ello lleva a que los esquemas de vacunación también se inicien tarde o ni siquiera se empiecen. También algunas personas llevan un desorden en la aplicación que va en la conciencia de los representantes de los bebés y lactantes menores.
Las vacunas que sí están llegando
Por el momento está llegando el esquema completo para el recién nacido, que está integrado por BCG, Hepatitis B, así como la prueba de talón o la pesquisa neonatal.
Mientras que para la vacunación de lactantes menores en el Hospital Central sólo tienen disponibles la pentavalente y polio que se aplican antes del año, en presentación oral e inyectada.
Para lactantes mayores de un año se tiene disponible fiebre amarilla y trivalente viral.
“Aprovechemos la oportunidad al menos de que si tenemos un 50 % de vacunas, pues cubramos con eso y las otras paliativamente se vayan cubriendo”, recomendó Liza Villamizar.