Washington, 10 feb (EFE).- Estados Unidos asumió el control temporal de la Embajada de Venezuela en su territorio tras la disolución del «Gobierno interino» encabezado por el opositor venezolano Juan Guaidó, al que Washington reconocía como presidente legítimo del país latinoamericano.
Una portavoz del Departamento de Estado confirmó este viernes a EFE que el pasado lunes 6 de febrero las autoridades estadounidenses asumieron la «custodia temporal de la propiedad diplomática de Venezuela en Estados Unidos».
El Gobierno de Joe Biden tomó esta decisión amparándose en la Ley de Misiones Extranjeras y en la Convención de Viena, que obliga a «respetar y proteger» las instalaciones de las misiones diplomáticas suspendidas, añadió la portavoz.
La Asamblea General de Venezuela elegida en 2015, controlada por la oposición, decidió el pasado diciembre suprimir la figura del «Gobierno interino» de Guaidó, reconocido desde 2019 por Estados Unidos, que considera ilegítima la Presidencia de Nicolás Maduro.
Como consecuencia, Carlos Vecchio, representante de Guaidó en Estados Unidos, anunció el pasado 5 de enero el cierre de la Embajada de Venezuela en Washington y el fin de su gestión al frente de la legación diplomática.
También Gustavo Tarre Briceño notificó el 2 de enero que dejaba de ejercer como representante de Guaidó ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), con sede en la capital de EE.UU.
El Departamento de Estado afirmó este viernes que sigue reconociendo la Asamblea Nacional elegida en 2015 con mayoría opositora, porque considera que es «la última institución elegida democráticamente que queda en Venezuela».
Washington no reconoce por tanto el Legislativo venezolano instalado en 2021 con una contundente mayoría oficialista.
La Asamblea opositora afirmó en un comunicado que se coordinó con Estados Unidos para entregar al Departamento de Estado la custodia de la sede diplomática venezolana en Washington.
«Las autoridades americanas han procedido en el marco de la ley, pero en sintonía y permanente comunicación y reconocimiento» con los representantes de Guaidó, escribió el Legislativo paralelo en un comunicado.
La Asamblea Nacional afirmó que «todo se ha hecho de manera coordinada» y negó que las autoridades estadounidenses encontraran a «personas trabajando» en dichas instalaciones.
Por otro lado, Medea Benjamin, cofundadora del grupo Code Pink, consideró en declaraciones a EFE que EE.UU. debería devolver la embajada del Gobierno de Nicolás Maduro.
En 2019, Code Pink tuvo a un grupo de seis activistas residiendo en la embajada venezolana durante seis semanas para evitar que los representantes de Guaidó tomaran posesión de la legación, aunque finalmente fueron evacuados por la fuerza por las autoridades estadounidenses.
«Los venezolanos merecen una embajada y un consulado activo» en el país norteamericano, señaló la activista, quien agregó que «la ficción de EE.UU. de que Maduro no es presidente de Venezuela ha ido ya muy lejos».
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