Douglas Abreu / 21627
@douglasabreub
Los educadores, pública y respetuosamente, exigen al ministro del Poder Popular para la Educación, Héctor Rodríguez, que el bono vacacional, semana de ajuste salarial y el bono recreacional se determinen por el ingreso mensual que destacó el presidente Nicolás Maduro de ciento veinte dólares (120 $); es decir, dos (02) meses de ingreso mensual para los trabajadores de la educación activos, jubilados, pensionados para las vacaciones.
El tiempo apremia, así como la precariedad del valor del trabajo – sostienen – más aun cuando este año escolar culmina en medio de la pobreza extrema que fácticamente se originó desde hace 26 años con efectos devastadores en la I.I.C.C.U.U, 2018-2020, que por la constante diaria y galopante hiperinflación, dolarización de facto y devaluación de la moneda, profundizan y agravan más la pobreza extrema del glorioso magisterio, inferior al 2.5$, fijado por la ONU como umbral de la pobreza extrema.
Abismal impacto
Estos mismos indicadores – advierten – impactarán abismalmente en las pensiones, llegaran a cero, afianzando inconmensurablemente la pobreza laboral de los educadores en general y su núcleo familiar. Sería incomprensible y un contrasentido que en la patria de Bolívar, los educadores después de 1217 días, estén sin percibir el correspondiente ajuste salarial, no se honre la vigencia del estado social de justicia y derecho para las vacaciones.
Existiendo – insisten – miles de millones de dólares por diferentes ingresos y explotación minera que permite mejorar progresivamente la dignidad humana de todos los trabajadores de la educación, porque si la industria petrolera venezolana incrementó en un 8.5% en el primer cuatritrimestre y Venezuela tiene un plan para sortear las sanciones”, ahora corresponde al propio estado venezolano con eficiencia, efectividad, eficacia, progresividad y vigencia constitucional para los beneficios contractuales empobrecidos y desprofesionalizados.

Salarios risibles
Siendo impostergable – enfatizan – la reivindicación de los profesionales de la docencia por la supremacía y efectividad de las normas constitucionales las cuales garantizan una calidad de vida digna y suficiente, y así, favorecer al débil jurídico que merece la máxima atención socialista para salir de esta crítica, severa y terrible realidad donde perciben los salarios más risibles del continente, según recibos de pago
Acercándose habitualmente a la igualdad salarial entre las categorías docentes, Marzo 2022- Junio 2025: 3.06$ hasta 4.18$ mensuales, CENDA, Abril 2025: 503.73$, devaluación acumulativa del bolívar: año 2022 hasta los 6 primeros meses del año 2025: 207.28 %, crisis económica- salarial demostrable e inocultable que se afianza diariamente en la vida de los docentes, donde un profesional de la docencia: Docente I, 3 años de servicio, marzo 2022: 88.09 $, junio 2025: 3.62 $, marzo 2022, bono vacacional: 88 días salario: 257.84 $, junio 2025: 10.56 $, déficit vacacional 247.28 $.
Docente VI: 23 años de servicio, postgrado, salario marzo 2022: 187.08 $, 88 días de bono vacacional 548.24 $, junio 2025: salario: 7.70 $, bono vacacional: 22 $, déficit vacacional 526.24 $, profesional de la docencia jubilado. Marzo 2022, asignación mensual: 234.58 $, 60 días bono recreacional: 469.16 $, junio 2022: 9.65 $, déficit vacacional 459.51 $.
Mundo al revés
Mientras los educadores sobreviven con ingresos mínimos indexados, la elite castrense y prominentes funcionarios públicos con dispendio en los salarios, seguridad social eficiente y eficaz, los pilares fundamentales de la sociedad, desprovistos de la efectividad social del sistema público y los IPASME, el mundo al revés, como lo expresó Galeano.
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