La palabra distopía proviene del griego ‘dis’: malo y ‘topos’: lugar, y las obras distópicas se refieren a sociedades indeseables.
El escritor estadounidense Ray Bradbury (1920-2012) se hizo famoso por su novela distópica: ‘Fahrenheit 451’ publicada en 1953 (1). El título se debe a que esa es la temperatura en grados Fahrenheit a la cual arde un libro. En la obra, Guy Montag es un bombero que pertenece a un escuadrón cuya misión en esa sociedad es quemar libros donde quiera que se encuentren, porque está terminantemente prohibido leer libros y cuando los bomberos reciben una denuncia, rápidamente se movilizan y los incineran. En una parte de la obra, el Capitán Beatty, que dirige el escuadrón de bomberos, explica el motivo para quemarlos: Los libros hacen que las personas piensen y eso hace que puedan angustiarse. Entonces en esa sociedad se busca que las personas no lean, ni tengan tiempo ocioso para pensar. Todo está diseñado para que las personas continuamente estén sometidas a diversiones muy excitantes y vacías, y Bradbury describe todos los recursos tecnológicos de los 1950s: Audífonos, las pantallas interactivas de T.V., etc., que se usan en su obra para tener a las personas todo el tiempo en diversiones banales…¡Muchos autores piensan que fue profético porque actualmente vivimos en la sociedad del espectáculo banal!!!.
El Capitán Beatty conversa con Guy Montag y le cuenta el origen de esa sociedad y dice: “Se abreviaron los años de estudio (…) se dejó de lado la historia, la filosofía y el lenguaje. Las letras y la gramática fueron abandonadas poco a poco, hasta que se las olvidó por completo (…) ¿Por qué aprender algo salvo apretar botones, insertar llaves, ajustar tornillos y tuercas?” (Pag. 70). Beatty cuenta que sólo se permitieron los libros de historietas cómicas (Pag. 73). Es decir, en la obra se describe una sociedad cuya educación es para robotizar a las personas y no para que sean críticas y pensantes. El Capitán prosigue y refiriéndose a los ciudadanos dice: “¿No les entretenemos? ¿No les proporcionamos diversiones?. Para eso vivimos ¿No es así? Para el placer, la excitación. Y debes admitir que nuestra cultura ofrece ambas cosas y en abundancia (…) Que la gente intervenga en concursos donde haya que recordar las palabras de las canciones más populares (…) No les des materias resbaladizas como filosofía o psicología (…) ¿Qué necesitamos entonces? (…) acróbatas y magos, automóviles de reacción, helicópteros, sexo y heroína (…) No lo olvides Montag (…) Somos un dique contra esa pequeña marea que quiere entristecer al mundo con un conflicto de pensamientos y teorías” (Pags. 74-77). En la obra Mildred es la esposa de Montag y es una estúpida que practica la diversión de moda: Correr en automóviles a 150 Kms. por hora y atropellar a conejos y perros. En la obra, la joven Clarisse McLellan lee libros clandestinamente y logra que Guy Montag reflexione sobre su mediocre vida como bombero incinerador de libros.
¡Es realmente impresionante la agudeza profética que tuvo Ray Bradbury!!!…En fecha 13/03/2021 publiqué en este diario un artículo titulado: ‘EL INTERNET PUEDE CAUSAR MENTES SUPERFICIALES’ en el cual vimos la obra que el escritor estadounidense Nicholas Carr (nac. 1959) publicó en 2011 titulada: ‘Los Superficiales. Lo que el internet está haciendo a nuestros cerebros’. En esa obra Carr analiza detalladamente cómo navegar por internet solamente proporciona pildoritas de información fragmentada, un estilo caleidoscópico superficial de obtener información brincando de un link a otro, lo cual es muy distinto a concentrarse profundamente en la lectura de un libro. Carr asevera en su obra que a medida que aumenta el tiempo dedicado a revisar páginas web y disminuye el tiempo dedicado a leer libros, entonces disminuye el cociente de inteligencia. De hecho, en una entrevista a BBC News Mundo el 4/02/2021 dice: “Por desgracia mis predicciones sobre internet se han cumplido y son incluso peores de lo que se esperaba (…) Nos estamos volviendo menos inteligentes, más cerrados de mente e intelectualmente limitados”.
Por otra parte, el odio a la cultura y el análisis crítico, la educación y los profesores es típico del fascismo. En efecto, el fascismo en Italia fue instaurado por Benito Mussolini (1883-1945) desde octubre de 1922 hasta julio de 1943. Un importante precursor del Fascismo fue el movimiento conocido como ‘Futurismo’ fundado por Emilio Filipo Marinetti (1876-1944) el 20 de febrero de 1909 con su ‘Manifiesto del Futurismo’, en el cual dice entre otras perlas: “Nosotros queremos glorificar el militarismo (…) queremos destruir los museos, las bibliotecas y todas las academias (…) liberar este país de la fétida gangrena de sus profesores” (2). En el año 1929 Marinetti fue nombrado ‘Secretario del Sindicato Nacional Fascista de los Escritores y Académicos de Italia’.
Asimismo, podemos recordar el famoso incidente el 12 de octubre de 1936 cuando el intelectual vasco Miguel de Unamuno (1864-1936) tuvo una confrontación con el general fascista español José Millán Astray y Terreros (1879-1954). Veamos los detalles. Millán Astray era un veterano de guerra inválido que sólo tenía una pierna, un ojo, un brazo y pocos dedos en la mano que le quedaba. Su lema era: ‘¡Viva la Muerte!’. El mencionado día se celebró el ‘Día de la Raza’ en la Universidad de Salamanca, cuyo rector era Unamuno. La Falange era el partido fascista español fundado en 1933 y los falangistas presentes en el acto hicieron el saludo fascista ante el retrato del dictador militar español Francisco Franco (1892-1975). Millán Astray criticó las pretensiones separatistas de los vascos, y entonces todas las miradas se dirigieron a Unamuno que era vasco y dijo: “todos ustedes me conocen y saben que soy incapaz de quedarme callado. Hay ocasiones en las cuales permanecer en silencio es mentir. Porque el silencio se puede interpretar como consentimiento (…) Hace poco escuché un grito necrófilo y absurdo: “Viva la Muerte” (…) El General Millán Astray es un inválido, dicho crudamente. Es un inválido de guerra. También lo era Cervantes (…) Me duele pensar que el General Millán Astray oriente la psicología de las masas. Un inválido que carece de la grandeza de un Cervantes buscará alivio causando mutilación a su alrededor”. Entonces Millán Astray le interrumpió violentamente vociferando: “¡Abajo la Inteligencia!….¡Viva la Muerte!” en medio de las estruendosas ovaciones de sus fanáticos seguidores fascistas. Entonces Unamuno prosiguió: “Este es el templo del intelecto y yo soy su máximo sacerdote. Es usted el que profana su recinto sagrado. Usted vencerá porque tiene demasiada fuerza bruta. Pero usted no convencerá, porque para convencer usted necesita persuadir, y para persuadir usted necesita lo que no tiene: Razón y derecho en la lucha” (3). Unamuno no fue agredido físicamente porque salió de la Universidad protegido por la esposa del dictador Francisco Franco.
Después de ver todas estas cosas, podemos aseverar que la cuestión es terriblemente grave….¡Porque la humanidad puede estar enrumbándose hacia una sociedad de lerdos ignorantes que no valoran la cultura universal y sean manipulables por las peores ideologías totalitarias fascistas!!!.
NOTAS: (1) Ray Bradbury (1996). ‘Fahrenheit 451’. Ediciones Minotauro. España. Las citas son de esta edición (2) Pag. 351 en Zeev Sternhell (1976) ‘Fascist Ideology’. En Walter Laqueur (Ed.) ‘Fascism: A Reader’s Guide’. Penguin Books (3) Citas tomadas de pags. 443-444 en Hugh Thomas (1965) ‘The Spanish Civil War’. Penguin Books y Pags. 269-270 en Gabriel Jackson (1976) ‘La República Española y la Guerra Civil (1931-1939)’. Editorial Crítica. (Edición original en inglés: 1965).
.