Caracas, 11 sep (EFE).- El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, negó este jueves que las personas que viajaban en una lancha que destruyó Estados Unidos en altamar fueran narcotraficantes ni tampoco, aseguró, integrantes de la organización criminal transnacional Tren de Aragua, como dijo la Administración de Donald Trump.
«Nosotros hemos hecho nuestras investigaciones aquí en nuestro país y ahí están las familias de las personas desaparecidas que reclaman a sus parientes. Cuando preguntamos en los pueblos, ninguno es ni del Tren de Aragua, ni es narcotraficante ni llevaba drogas. Se ha cometido un asesinato contra un grupo de ciudadanos», manifestó Cabello, en una plenaria del chavismo, transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Asimismo, calificó como una «tremenda falsedad, tremenda mentira» que la embarcación estuviera cargada de drogas, como declararon autoridades de Estados Unidos.
«El imperialismo confesó que asesinó a 11 personas sin fórmula de juicio, diciendo que habían asesinado a esas personas porque eran del Tren de Aragua. ¿Y cómo identificaron que eran del Tren de Aragua? ¿Tendrían un chip, un código QR, y lo leyeron desde arriba, en la oscuridad?», ironizó el funcionario venezolano.
La Casa Blanca defiende que el ataque contra la embarcación, el pasado 2 de septiembre, respondió a las leyes de un «conflicto armado» y fue contra una «organización designada como terrorista», en referencia al Tren de Aragua, y en defensa de los intereses de EE.UU. y la «autodefensa colectiva de otras naciones» víctimas de la violencia y la actividad de los carteles.
La portavoz del Ejecutivo estadounidense, Karoline Leavitt, dijo el martes que el ataque «envía un mensaje claro a los narcotraficantes del mundo», que «el presidente (Donald Trump) no lo tolerará».
Además, indicó que la cantidad de droga «incautada en esa embarcación podría haber causado la muerte de miles de estadounidenses».
Amnistía Internacional (AI) exigió la semana pasada una investigación, y señaló que EE.UU. «debe demostrar» que «solo se empleó fuerza letal intencional cuando fue estrictamente inevitable para proteger la vida».
La directora de Seguridad con Derechos Humanos de AI en EE.UU., Daphne Eviatar, advirtió que, de no ser así, el ataque constituiría una clara violación del derecho a la vida y sentaría un «precedente peligroso», ya que el uso de la fuerza letal en este contexto carecería por completo de justificación.
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