Dice el propio Segundo Barroeta, autor de este diccionario: “La lengua es dinámica, cambia y camina, viaja con las personas y más aún, con el libro, la prensa y los medios radioeléctricos” (2006:17). El lenguaje es la manifestación de los sentimientos de los pobladores de un pueblo que se expresa por medio de las palabras.
El prologuista de este libro es el gran lingüista Manuel Bermúdez, quien fue Miembro de Número de la Academia de la Lengua, aunque no fue trujillano tuvo una relación muy estrecha con la cultura. Hace una descripción territorial de nuestra entidad. De la cual su integración está compuesta por montañas, valles, planicie y costa.
Lo que lo hace bien atractivo en su composición lingüística, recordemos, que es un estado de encrucijada al occidente del país. Es limítrofe con el Zulia con la cultura del lago. Con Lara y su planicie, con Portuguesa y Barinas con el llano y con Mérida y los andes. Si se parte desde un componente geográfico y antropológico, la riqueza de sus voces lo convierte en estado importante para la semiótica y semántica.
Trujillo por su conformación geográfica es rico en su dialecto, es por ello que el Dr. Segundo, se dedicó por mucho tiempo a recopilar y a elaborar este diccionario interpretando la realidad de nuestro estado. A continuación mencionaremos algunos vocablos que muchos de ellos tienen su origen en la toponimia Cuicas.
¡Ajile! Expresión interjectiva usada para indicar u ordenar a alguien, el camino más apropiado o que más le conviene de acuerdo a quien lo señala. Bajú. Forma eufemística de vacié, negativa popular coloquial y vulgar. Chamizas. Arbustos secos; ramas finas y secas de cualquier árbol; leña fina.
Dar virondas. Expresión que, en Trujillo define acto de dar vueltas en forma espontánea o provocada. Encimero. Dícese de la persona fastidiosa que no se aparte de nuestro lado. Fachoso. Dícese de quien es presumido, ostentoso, fantasioso, petulante, fanfarrón. Guarapete. Café, muy claro como producto de bastante agua.
¡Pucha! Vocablo interjectivo para expresar asombro o sorpresa agradable o no. Puchungo. Término despectivo usado para referirse a un hombre homosexual cobarde o afeminado. ¡No jile! Eufemismo por no joda. Compadre, hasta cuando me va tener esperando la plática que le preste.
Este es un texto producto de la cultura e identidad trujillana, de su hablar, es un libro patrimonial, que invito a leer. Recuerda a José Domingo Tejera con la siguiente frase: “cuando los trujillanos damos un abrazo, se nos ve el corazón”.
Bibliografía.
BARROETA, Segundo. Diccionario de Voces Trujillanas. Edit. Universidad Centro Occidental. “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto. 2006.