La deuda externa de Venezuela está entre las más difíciles de reestructurar, advirtió hoy la agencia de calificación de riesgo Moody’s después de que varios actores financieros hayan declarado en «default» al Gobierno de Nicolás Maduro y a la petrolera estatal venezolana, PDVSA.
«La hipotética reestructuración sería una de las más largas y complicadas», se lee en un comunicado emitido por la agencia.
«Moody’s espera que la reestructuración combinada, que se produciría después de los pagos incumplidos de los intereses de bonos por parte de la empresa petrolera nacional, PDVSA, y del Gobierno, superaría probablemente los 65.200 millones de dólares», añade la nota.
De consumar Venezuela una suspensión de pagos, sería el cuarto «default» más grande registrado jamás por Moody’s.
El presidente Nicolás Maduro anunció a principios de este mes su intención de reestructurar la deuda externa del Gobierno y de PDVSA para conseguir mejores condiciones de pago.
Varias entidades financieras internacionales han rebajado al nivel de «default» la calificación de la deuda soberana del Gobierno y de PDVSA, que efectuaron con retraso los pagos de algunos de los bonos pendientes.