El 1 de enero de 2025 marcó 49 años desde la nacionalización del petróleo en Venezuela, un evento histórico que prometió independencia económica y progreso. Sin embargo, casi cinco décadas después, el panorama dista mucho de lo proyectado.
«No sabemos por qué se paga en dólares la gasolina ni a quién beneficia eso», declaró César Benítez, docente de historia de Venezuela en la Universidad de Carabobo.
Esta paradoja pone en evidencia los desafíos actuales: precios elevados, escasez de combustible y una gestión que muchos consideran un retroceso en los principios de soberanía energética.
En lugares como Punto Fijo, las filas para acceder a la llamada «gasolina regulada» son reflejo de un sistema que, según Benítez, se aleja de los esfuerzos colectivos realizados desde 1997.
«No hay inversión en las universidades ni en la formación de talento local. Estamos viendo una desnacionalización del petróleo, la fuga de cerebros y la criminalización de quienes buscan oportunidades en el extranjero», añadió. Estos problemas estructurales dificultan el desarrollo sostenible del sector energético.
El legado de la nacionalización: de esperanza a incertidumbre
La nacionalización del petróleo en Venezuela inició formalmente el 1 de enero de 1976 bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez, luego de la promulgación del decreto ejecutivo 1.123 el 30 de agosto de 1975.
Este movimiento marcó el nacimiento de Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) y estuvo acompañado de esfuerzos para fortalecer la formación técnica y profesional en el área. Instituciones educativas se crearon con el objetivo de preparar ingenieros y técnicos que garantizaran la continuidad del sector.
La nacionalización también trajo la participación de Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), establecida en 1960. Este organismo permitió a los países productores de petróleo negociar precios en lugar de someterse a las condiciones del mercado estadounidense, recordó el profesor universitario. Sin embargo, con el tiempo, las promesas de la nacionalización se vieron opacadas por la mala gestión, la corrupción y los vaivenes políticos.
Los contrastes históricos: gasolina barata y el auge de la trocha
Durante décadas, la gasolina en Venezuela fue una de las más económicas del mundo. En los años 90, el contrabando de combustible hacia países vecinos generó fenómenos como los «pimpineros» y las rutas ilegales conocidas como «trochas».
En San Antonio del Táchira, por ejemplo, se registraban controles para evitar que vehículos con doble tanque participaran en esta actividad ilícita.
Hoy, el contraste es evidente: la gasolina se paga en dólares, un hecho que simboliza la pérdida de la autonomía económica lograda durante la nacionalización, reflexionó Benítez.
Investigación e innovación: De la orimulsión al declive
Uno de los logros más significativos de la investigación petrolera en Venezuela fue la creación de la orimulsión en 1999, un combustible derivado del petróleo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Esta innovación marcó un tercer auge petrolero para el país, siguiendo al inicio de la explotación en tiempos de Gómez y la nacionalización en 1976. Sin embargo, esta oportunidad no fue suficiente para evitar la crisis generada por eventos como el paro petrolero de 2002, que debilitó aún más al sector.
Del asfalto de Nueva York a los huecos en Venezuela
La historia del petróleo venezolano está llena de ironías. En su apogeo, el petróleo venezolano se utilizó incluso para asfaltar calles en Nueva York de manera gratuita. Hoy, en un gesto simbólico y humorístico, algunos venezolanos celebran cumpleaños en los huecos de las calles del país, reflejando tanto el deterioro de la infraestructura como el ingenio cultural de su gente.
A casi medio siglo de la nacionalización, el petróleo sigue siendo un símbolo de esperanza y frustración para los venezolanos, quienes enfrentan el desafío de recuperar la independencia económica que alguna vez se prometió.
Por: / El Carabobeño
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