Douglas Abreu / CNP 21627
@douglasabreub
Los méritos de este gigante de la teoría docente no sólo han quedado en segundo plano -al menos en el relato histórico que muchas generaciones conocimos, opacados por el hecho que Simón Rodríguez fue maestro del niño Simón Bolívar– sino quienes en los últimos 23 años han desnaturalizado su pensamiento político que se expresa en aquella inolvidable frase “Inventamos o erramos” y no “Ideologizamos o erramos”.
Para la mayoría de los venezolanos esa pretensión y retrógrado despropósito que está concebida como proyecto educativo en el llamado Socialismo del Siglo XXI, de lo cual se conocen algunas acciones, contrarias a su modelo que insistía en la importancia de educar, de enseñar a aprender, donde subraya la trascendencia de la innovación desde entonces, y para siempre.
Donde el maestro de niños debe ser sabio, ilustrado, filósofo y comunicativo, porque su oficio es formar hombres para una sociedad de libertades. El título de maestro no debe darse sino al que sabe enseñar, esto es al que enseña a aprender, no al que aconseja que se aprenda. El maestro que sabe dar las primeras instrucciones, sigue enseñando virtualmente todo lo que se aprende después, porque enseñó a aprender que es saber hacer”
Misiones Educativas
Dentro de ese proyecto educativo se encuentran las Misiones Educativas, principalmente la Robinson, Ribas y Sucre, creadas bajo el falso argumento que existían personas que durante la Cuarta República no tuvieron oportunidad de estudiar y sólo las tenían las élites. Paradójicamente el pueblo observa el doble discurso de los gobernantes quienes por un lado promueven y hablan de las bondades y calidad de la educación que se imparte en estas misiones mientras sus hijos cursan estudios en colegios y universidades privadas y hasta en el exterior, y por si fuera poco, y como cosa curiosa precisamente en los países de los cuales denigran políticamente.
Lo positivo
Sin embargo, las misiones dentro de lo positivo, destaca que efectivamente fueron muchas las personas que salieron del analfabetismo, otras que por distintas razones terminaron la primaria, otras la secundaria. Así como también, numerosas personas que abandonaron la carrera universitaria y otras dada su experiencia laboral cursaron estudios obteniendo un título profesional, ya que sólo le hacía falta el denominado “Cuero´e Chivo”.
Frustración profesional
Pero también es cierto, ya que comunicacionalmente se han conocido casos, como el del Hospital JM de los Ríos de Caracas, según lo comentó el médico Rafael Orihuela -quien fuera ministro de Sanidad y Asistencia Social- con los primeros médicos comunitarios residentes que por sí solos abandonaron por no estar profesionalmente capacitados para ejercer la medicina.
Deficiencia de docentes
Dentro de ese proceso progresivo de deterioro en la calidad de la educación la insuficiencia de docentes en las cátedras de matemáticas, química y física “las famosas tres Marías”, las mismas vienen siendo asumidas por profesores de otras materias, constituyendo una carencia para los futuros bachilleres, que una vez en la Universidad sufren las consecuencias hasta el punto que muchos se ven obligados a abandonar los estudios.
Sustitución indebida
Por último producto de las recientes protestas de los educadores exigiendo sueldos y salarios dignos, entre otras reivindicaciones, negándose a dar clases hasta tanto sus reclamos tengan respuesta, el patrono en un acto de improvisación e irresponsabilidad, se lo ocurrió la brillante idea de suplir provisionalmente con militantes del PSUV con ciertos conocimientos en educación.
Futuro comprometido
No se puede ocultar que las consecuencias de una mala calidad de la educación compromete negativamente el presente y futuro de la Nación, cuyos profesionales y técnicos que existan en su mayoría no van a estar a la altura del resto del mundo.