Una de las características fundamentales del régimen es la falta de explicaciones sobre asuntos importantes que suceden. Eso no es nuevo, pero llegamos a situaciones tan delicadas que el ciudadano común merece estar mediamente informado, al menos.
No sabemos cuáles fueron los verdaderos propósitos de los recientes “ejercicios de guerra” celebrados en el Estado Lara. El por qué y para qué de la presencia en Venezuela de tropas de unos cuantos países alineados en contra de los principios y valores democráticos de occidente. Tampoco sabemos si realmente se trató de una compra-venta de materiales bélicos o si, por el contrario, el régimen ha fortalecido su capacidad operativa interna y se prepara para una confrontación seria en la enorme frontera con Colombia. Debemos estar alertas con la política que se pueda desarrollar con Petro de Presidente y un Maduro desaforado atacando en forma irracional al expresidente Iván Duque, cuando los grupos irregulares siguen operando y avanzan en territorio venezolano.
Quisiéramos una declaración definitiva y tajante, que no deje lugar a dudas, sobre la posición frente a las estructuras operativas del narcotráfico y del terrorismo, cuando en Colombia el señor Petro inicia una peligrosa marcha hacia la legalización y despenalización de actividades condenadas por la ley y las conveniencias de ambos países. Me refiero no solamente a lo de la marihuana que ya sería bastante delicado, pero tengo la convicción de que seguirán otros más de acuerdo a los antecedentes antiguos y recientes del nuevo gobierno de la hermana República.
Ojalá y pronto sepamos a qué atenernos con relación al diálogo de México, suspendido desde hace un año. Tenemos derecho a exigirle una explicación razonada tanto al régimen como a los supuestos representantes de la oposición sobre el tema. Que exige el régimen en concreto para negociar ¿qué cosa? Y cuales son las verdaderas exigencias opositoras. El delicado problema de los presos políticos, civiles y militares, pareciera haber desaparecido de la agenda. Lo mismo podría decirse del “fin de la usurpación” o del adelanto de elecciones presidenciales como una vía pacífica para acercarnos al cambio necesario.
En fin, pudiera escribir centenares de cuartillas sobre lo que no sabemos, sobre la información que se necesita y, también, sobre el verdadero rumbo que han tomado los factores que adversan al régimen desde las estructuras políticas existentes. Es injusto generalizar, pero no podemos opinar al detal en asuntos tan graves como los citados y otros por citar.
Más de dos décadas de este “socialismo del siglo XXI” son más que suficientes para obligarnos a actuar de manera decidida y definitiva. La resistencia de más del 80% del país tiene que sea activa. No basta con la crítica silenciosa. Se requiere una verdadera rebelión civil y militar. El cáncer de la patria hay que extirparlo de manera resuelta y definitiva,
@osalpaz
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