Nunca ha muerto la poesía de la Tierra
John Keats
A la señora se le fue el yoyo y puso en evidencia algo que ya sabíamos pero que muchos por tapaos se niegan a aceptar como cierto. La señora a la que me refiero es Kamala Harris quien admitió que las guerras son por petróleo y que América Latina sería un blanco perfecto. La señora Khamala es nada menos que la Vicepresidenta de los Estados Unidos de Norte América, y lo que dijo lo expresó así de fácil, «Durante años las guerras se han peleado por el petróleo, en poco tiempo será por el agua potable”, a esto hay que sumarle que tal señalamiento expresado a todo gañote y reseñado en todo el planeta para que no quedara ninguna duda lo realizó junto al secretario de la armada estadounidense Thomas Harker.
En la práctica esta aseveración corresponde a una amenaza de guerra contra América Latina, quien como sabemos posee las reservas de agua dulce más grandes. Harris admite sin duda alguna que las guerras que ellos han impulsado en el mundo no han sido en búsqueda de la libertad ni para garantizar la democracia y bienestar de los países a los que EEUU ha invadido, sino simplemente “por petróleo”, además le agrega a la amenaza que el próximo recurso sobre el cual se accionará bélicamente será “el agua potable”.
El desarrollo sostenible descansa sobre la disponibilidad de agua potable en el planeta, todo el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y la propia supervivencia de los seres humanos depende de la disponibilidad de este recurso natural. Según las naciones unidas se reconoce a nuestra región Latina la de mayores reservas de este recurso, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela están en el ojo del huracán por poseer las mayores reservas reconocidas además del acuífero Guaraní que se desplaza por debajo del Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay
Dos cosas debo señalar al respecto, corresponde alertar sobre las amenazas del norte opulento y sentar las bases para la defensa de este espacio nuestro. Y algo mas importante aún que implica la protección ecológica de estos ecosistemas lo que implica cambiar los niveles de consumo y de producción transitando hacia métodos productivos más amigables con nuestro entorno natural y detener los desastres ecológicos causados por el ser humano en esta región. La minería debe ser eliminada de cuajo pues estamos provocando el desastre ecológico más agresivo que se halla visto. A propósito hay que desmontar aquello que nos quieren vender como minería ecológica, esto constituye una trampa lingüística para justificar la intervención de estos espacios naturales de riquezas incalculables.
A todas luces USA se prepara para el saqueo y anuncian que ya han invertido unos cien mil millones de dólares sólo en plantas potabilizadoras.
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