Por: Toribio Azuaje
La uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida.
Mijail Bakunin
El 19 de Marzo es el día de San José, a propósito, en estos días se dieron tres momentos, tres personajes con quienes me tope que me ilustraron el mundo de manera distinta. Eso me sirvió para evidenciar el modo como la gente interpreta la vida y se ocupa de sus asuntos de acuerdo a la visión de mundo que se tenga. Eso es cajonero, diría Papá. La mejor expresión popular para describirlo, sin duda es, “Todo es según el color del cristal con que se mira”.
Al encontrarme con Luis, me dijo, ya estoy listo para asistir como todos los años, a las emblemáticas fiestas de Elorza en el Estado Apure, que se dan cada 19 de Marzo. Está fiestas son una catarata de alegría, de folklore y de espectáculo de calle.
Pedro, por su parte, bajaba de la montaña El Nuezal -justo el 19- al saludarle emprendimos una conversa breve pero enriquecedora. Cada 19 de Marzo, me decía, se muestra “La Coa de San José”, es una señal de lluvia que se hace presente en el ambiente para anunciar y convocar a la siembra; me seguía explicando, se llama coa a una herramienta artesanal usada para sembrar, es una suerte de barretón o chícora, que suele ser de madera, no es más que una vara con una punta afilada que sirve para abrir el hueco donde se coloca la semilla, usualmente semilla de maíz, caraota, frijol o de quinchoncho. De modo que cuando nos referimos a “La Coa de San José”, es un llamado a la siembra, es un momento en que la providencia emite su anuncio alertándonos que se aproximan los tiempos de sembrar.
Mas tarde se acercó Aida, quien me comentaba, mañana es 19 de Marzo, apenas quedan dos días para iniciar la inscripción de candidatos en el CNE.
Son tres visiones de mundo, tres maneras de ver un mismo día con connotaciones distintas. Según sean las ocupaciones, intereses o preocupaciones, así será el comportamiento de la gente. Cada quien anda en sus asuntos, fiestas, siembra o elecciones. La vida es así, dinámica, polifacética, cada quien mira el asunto a su medida. Cada uno en sus quehaceres, cada quien anda haciendo lo que demanda sus intereses o motivaciones.
Mientras tanto, el mundo gira y hace que nos tengamos que mover a su ritmo, lo doloroso es ver a quienes lo hacen de manera equivocada y andan pagando promesa con escapulario ajeno o haciéndole el mandado a otro.