Por: Toribio Azuaje
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”
MahatmaGandhi
Hemos estado navegando extraviados, en mares turbulentos y muy contaminados, con mapas desactualizados por acción del oscurantismo de una ciencia manipulada y errática. Nuestra gran nave ha sido brutalmente afectada por la agresión de corrosivos que le han deteriorado lentamente su casco, hasta llegar a un momento crucial de estar al borde del abismo. Nos han llevado al punto extremo de quemar las velas en altamar, anulando la posibilidad de poder regresarnos. Son muchos los factores que nos han traído hasta este punto, pero desde nuestro espacio de uso y de vida, como campesinos, agricultores, y caficultores, nos corresponde actuar en consecuencia, desde lo que somos y en nuestras tareas.
La llamada revolución verde, que surge después de la segunda guerra mundial, nos ha traído hasta un punto de no retorno. Los monocultivos y el uso irracional de pesticidas y fertilizantes sintéticos en la agricultura, han provocado el deterioro extremo de nuestros suelos y reservas de agua, que ponen en riesgo la sostenibilidad de esta civilización antropocéntrica.
Ha llegado el momento de desaprender las rutas enseñadas, de desechar los mapas que nos han conducido al naufragio, es el momento de desaprender lo aprendido, de desengancharnos de aquello que nos ha llevado al desgaste veloz y progresivo de los ecosistemas. Entonces, nuestro grito, desde lo alto de la nave en naufragio, es a sustituir estos caminos por un nuevo andar que navegue hacia la sabiduría del Naturacentrismo, donde la tierra es el timón que guía, y la agroecología como estilo de vida, simboliza el viento que moverá las nuevas velas que nos guiarán por las rutas que debemos recorrer.
Importantes científicos del mundo, han alertado sobre el inminente colapso civilizatorio, y la nave apunta indefectiblemente a chocar contra el iceberg. Sin embargo, algo hay que hacer para retardar un poco más, el choque de la nave y el colapso.
Implica que en este cambio de rumbo en el viaje, la bio-regeneración de los suelos es la clave y el ancla que nos arraiga profundamente a la vida y a la preservación de la especie humana, alimentando todos los rincones de la nave. Los recursos naturales con que contamos, son finitos, por lo que debemos retornar a la vida sencilla, promover la ruralización de la sociedad, decreciendo razonablemente y asumiendo una lucha para disminuir el impacto de esta febril e irracional sociedad de consumo, hasta convertir de nuevo todo lo ancho y largo de la nave, en un ecosistema vivo. El suelo es el bien más preciado con que contamos, y el agua es el verdadero limitante para nuestra actividad agrícola. Implica, que la tarea primaria no solo es preservarlo, sino, bio-regenerarlo.
Cada acción nuestra debe transformarse en una convocatoria a la convivencia sana con la naturaleza, esto implica desechar el uso de la peste que nos venden como agro insumos necesarios y esclavizantes, y optar por la agroecología y sus prácticas sanas y armoniosas con la naturaleza, pues ella es la que nos proporciona la vida, y debemos vivirla de manera correcta.
Esta nueva misión de desaprender y reaprender, se convierte en el sistema reparador y sanador de la nave, para poder volver a zarpar, pero esta vez a bordo de un barco renovado que llevará a las nuevas generaciones por rumbos de un futuro saludable y regenerativo. toribioazuaje@gmail.com