Desde cerro Felipe | Una consulta constitucional | Por: Héctor Díaz*

 

El próximo domingo 22 de octubre, los venezolanos tendremos la gran oportunidad de asistir a una consulta constitucional para elegir el candidato o candidata a la presidencia de la república, las primarias constituyen, tal y como lo establece el artículo cinco de nuestra Constitución Nacional, la soberanía reside en el pueblo y quien la ejerce mediante el sufragio directo; tal mecanismo es inédito, ya que por primera vez en la historia, varias organizaciones partidistas e individualidades se ponen de acuerdo para transferirle al pueblo el poder de la escogencia de un líder para que asuma la representación de los vastos sectores democráticos.

La gran connotación de la consulta es la variedad de pensamientos ideológicos o posiciones que se unen en un proceso de primarias para escoger el máximo líder o la máxima líder, la cual asume la responsabilidad de representarnos en esa gran convergencia política, allí observamos representantes de la izquierda democrática, la derecha moderada, laboristas, social-demócratas, social-cristianos, independientes entre otros; con un solo fin, rescatar el país de esa inmensa crisis de gobernabilidad que actualmente padecemos y enfrentar, quizás es el mayor reto, darle la mayor estabilidad económica al país, hoy sumergida en lo más profundo del fango ante un espiral de agujero negro, como lo es la inflación.

Quien salga electo o electa en esta consulta de primarias, tiene el sagrado de deber de convertirse en un aglutinador de los distintos factores, que indistintamente que no estén participando en las primarias, deben de formar parte del nuevo acuerdo político nacional que nos encamine a la estabilidad y al rescate del estado de derecho. Es una necesidad de vida que entendamos, el gran momento histórico por la cual nos enfrentamos y que no quede la menor duda, apelando aquella célebre frase de Héctor Alonso López “Cambiamos o nos cambian”.

Todos los factores democráticos hemos coincidido totalmente, que los problemas graves del país tienen que asumirlo en equipo, pero con un gabinete con profundo conocimiento en las distintas materias del quehacer del Estado, no es llegar a improvisar, tal y como hacen los actuales, es llegar con un plan de trabajo definido, en las distintas áreas: Cómo vamos asumir el rescate de la industria petrolera, hoy por el suelo; la política monetaria del Banco Central de Venezuela que nos permita la mayor estabilidad del bolívar, enfrentar la producción del espejismo de dinero inorgánico, volver a la autonomía del banco central para darle el verdadero carácter financiero monetario y que no siga siendo un colchón de Miraflores ni del partido de gobierno; la plena vigencia de los medios de comunicación social y entre ellos la activación de los medios impresos, como instrumentos de libertad de la expresión democrática; la activación de las televisoras al servicio del ejercicio de la opinión pública y quitarles la espada de Damocles, donde el partido único es quien les demarca la línea informativa; la reactivación del aparato económico, generando la apertura de empresas, la plena inversión para generar el pleno empleo y el respeto a los costos, precios y salarios a efectos de tener una convivencia plena entre patronos, trabajadores y gobierno; el rescate de las autonomías de los Estados, de los Municipios y la reactivación de los Distritos Metropolitanos en aras de fortalecer el poder local, la descentralización y el mejoramiento de los servicios públicos; rescatar la educación y como prioridad los salarios de los educadores, la discusión de sus contratos colectivos, que  la meritocracia vuelva hacer el mecanismo de ascenso institucional para eliminar la intromisión del partido y la estructura del partido, dentro de las instituciones educativas y el cambio en los programas, para desplazar la ideologización como lavados de cerebro.

Este veintidós de octubre tenemos la gran posibilidad de unirnos como un solo hombre y una sola mujer para escoger al equipo que sacará a Venezuela, de ese enorme fango de incertidumbre en que hemos sido sometidos, durante estos veinte años de un partido único en el poder, y cuyos resultados, hoy se observan en la miseria en que vivimos cada uno de los venezolanos. Nos vemos el veintidós de octubre para convertir los centros de votación en el gran grito de la libertad, la democracia, la unión familiar y la unidad de Venezuela.

*Ex concejal.

 

 

 

 

 

 

 

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