En los umbrales del siglo XXI nos encontramos en el desplazamiento de una de las encrucijadas más enigmáticas del pensamiento humano, la humanidad en plena evolución buscando siempre la perfección de quienes habitamos en este mundo físico. Desde la época de la revolución industrial no habíamos tenido un pasaje histórico tan importante como el actual, se puede interpretar como desde la etapa de la imprenta de Gutenberg del siglo XV la cual revolucionó el pensamiento, ahora la imprenta anda en los mundos del multiverso mucho más allá del entendimiento de la realidad mental.
Han sido seiscientos años de recorrido tras la búsqueda de ir perfeccionando lentamente los procesos del pensamiento y para que la humanidad vaya entendiendo el verdadero significado de la rasgadura del velo, el conocimiento es dado en gotero, muy lento pero preciso, amargo al principio pero dulce al final, con una gran capacidad de asombro pero con una gran sonrisa de satisfacción; allí está la paradoja envuelta en un fino celofán y un hermoso envoltorio que a medida que pasan los años te va cubriendo hasta la finura del entendimiento.
Al entrar a la parte pragmática de las ideas y el desarrollo de la caída de las ideologías, tanto de derecha como de izquierda, igualmente, las teorías económicas y donde una onda nueva desarticula las viejas concepciones de Estado, partidos políticos y el viejo enigma de aparatos organizacionales, todos vinculados al pensamiento marxista el más próximo que tuvimos en la evolución, que generó grandes debates e innumerables textos de consultas en las escuelas de sociología y filosofía; hoy estos yacen en el cementerio de las ideas y otros están pasando al vertedero de la historia, pero jugaron un papel trascendental en la cotidianidad humana y le dieron formas a un modelo de desarrollo industrial y tecnológico.
Esa transición sirvió para mantener dividida a la humanidad y tenerla controlada para los intereses comunes de las potencias hasta que ocurrió una implosión generada por la propia generación que la había mantenido y al final entendieron que las mismas no se podían sostener en el tiempo y el espacio de la evolución y allí están los ejemplos de la Perestroika, la Glasnost, la primavera árabe, la apertura económica y el avance tecnológico de la China, el desarrollo de los Tigres Asiáticos, los cambios políticos en América Latina; la reunificación africana, los cambios generados internamente de demócratas y republicanos y la política financiera de Estados Unidos. Todos estos cambios fundamentales es gracias al avance de las ciencias, la tecnología de punta de los sistemas computarizados y un elemento que no están nuevo, pero desconocido por la humanidad, las investigaciones del átomo y la energía cuántica; está última, es la de mayor importancia en el desarrollo neurológico humano, es el despegue definitivo de una nueva era en el tiempo-espacio donde nos desenvolvemos cada uno.
El tener en nuestras manos y bolsillo la biblioteca del conocimiento como herramientas de aprendizaje, el uso de indagar, porque entre cielo y tierra no hay nada oculto, nos ha acercado a la catástrofe de las ideas, a ir entendiendo plenamente nuestro desarrollo humano e irnos acercando de una manera lenta, pero muy precisa, al encuentro de un nuevo mundo, de una nueva especie y de una nueva realidad. Las organizaciones han tenido que someterse a revisiones profundas para poder acoplarse a eso que podríamos llamar la nueva civilización del pensamiento humano, las estructuras de masas como el Vaticano, la Organización Mundial de la Salud, la ONU, la OIT, el Fondo Monetario Internacional, hoy son sometidas internamente a revisiones conjuntamente con los grandes centros de investigaciones científicas como la NASA, Comité de Investigaciones Espaciales, Tierra del futuro, Red Internacional de Asesoramiento Científico, Investigación Integrada sobre riesgos de Desastres, Comité Científico de Física Solar-Terrestre, Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, entre otros ya que el problema no es solamente el cambio humano, es el cambio estructural de todo un planeta que observamos día a día los cambios del clima, de las placas tectónicas, de la atmósfera, la evolución de los virus y de las bacterias, el cambio de los viejos métodos de la energía, el desplazamiento de los glaciares, en términos generales, estamos en presencia del receteo de la nave donde convivimos desde hace millones de años.
De aquel debate del Proyecto Manhattan, pasamos a la Teoría del Centro Unificado y de la Supe simetría a la hoy actualizado Multiverso, son etapas del pensamiento del área de la investigación científica pero que inciden directamente en las evoluciones de las nuevas realidades; estas incidencias nos llama a revisarnos para no quedarnos en el aparato, o como decían nuestros abuelos: < es que no entendemos esta generación >, claro, nuestros abuelos no sabían leer y escribir y su estructura cultural estuvo muy limitada, cuestión que hoy no lo justificamos con los abuelos de nuestra era. Hoy podemos cuestionar el manifiesto comunista, la riqueza de las naciones de Adam Smith, el concepto de Estado, las viejas teorías heliocéntricas, pero lo que no podemos es quitarle la importancia en su época, subdesarrollo y sus creadores fundamentales, porque esa fue la antesala a lo que hoy tenemos en el mundo moderno. Desde la bajada del árbol del Homo Sapiens, pasando por la imprenta de Gutenberg hasta nuestros días del teclado y la teoría sinérgica neuronal, seguiremos evolucionando en el mundo de las ideas y ese es el mundo que nos espera.
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