Un grupo de expertos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de México desarrollan una novedosa terapia que emplea pulsaciones eléctricas en busca de erradicar tumores que provocan el cáncer de mama.
Se trata de la electroquimioterapia, un método que permite la apertura de poros en las células afectadas, por donde pueden ingresar los medicamentos para combatir este padecimiento que cada año afecta a más de un millón de mujeres en el mundo.
Adriana Leticia Vera Tizatl, una de las colaboradoras del Cinvestav, que pertenece a la universidad Instituto Politécnico Nacional, explicó en entrevista con Xinhua que con esta técnica es posible que las células dañadas mueran y disminuya considerablemente la dosis de fármacos.
«El método consiste en la formación de poros o canales en la superficie celular de interés favoreciendo así la entrada masiva de los fármacos», detalló la joven de 35 años.
Otro beneficio es que las secuelas de la quimioterapia convencional se minimizarían hasta en un 80 por ciento.
Lo anterior, continuó Vera Tizatl, aportaría a la calidad de vida de las pacientes, pues disminuiría el número de sesiones de «quimios» a las que se verían sometidas.
«En un tratamiento ‘normal’ se realizan de seis a ocho sesiones y con esta novedosa técnica podrían ser de una a dos rondas», detalló.
En la actualidad, Vera Tizatl y su hermana, Claudia Elizabeth, estudiantes del Cinvestav, realizan pruebas «in vitro» a partir de cultivos celulares biodimensionales de los tres tipos moleculares más frecuentes de cáncer de mama en México.
«Consiste en pequeños pozos de Petri donde se colocan las células cancerígenas cultivadas sobre la superficie de un cristal que posee un baño de óxido de indio-estaño y que al mismo tiempo funge como electrodo», indicó Claudia Elizabeth.
Este protocolo fue diseñado por las hermanas Vera Tizatl, y consiste en aplicar a las células ocho pulsos eléctricos, cada uno con una duración de 100 microsegundos con una frecuencia de repetición de un segundo, para poder generar de manera momentánea, la apertura de membranas celulares y así introducir el medicamento.
«Al aplicar los pulsos eléctricos, en las membranas celulares se forman poros durante unos microsegundos que permiten una mayor entrada de fármaco al interior celular», dijo Claudia Vera Tizatl.
Para la aplicación «in vivo», Adriana realiza una planeación personalizada basada en modelos computacionales realistas de la lesión a tratar, y establece una configuración óptima de electrodos, a partir de agujas, para tener una cobertura precisa del tejido tumoral y un margen de seguridad de células circundantes, con la finalidad de que el tratamiento sea los más eficiente posible.
Por ahora, las científicas trabajan en ajustes tecnológicos que permitirán una adecuada aplicación del procedimiento dirigida específicamente a tumores mamarios.
El interés por desarrollar este tipo de tecnología se debe a que el uso de la electroquimioterapia en tumores cutáneos presenta un positivo rango de respuesta de 84,1 por ciento.
Sin embargo, sólo se ha logrado su aplicación en metástasis cutáneas derivadas de tumores no mamarios y únicamente con fines paliativos, por lo que su uso en cáncer de mama promete ser de mucha ayuda para el tratamiento de este padecimiento.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
La incidencia de cáncer de mama está aumentando en el mundo en desarrollo debido al auge de la urbanización y la adopción de modos de vida poco saludables, de acuerdo con expertos.