Decadencia de un país rico (II)

 

Nunca habíamos visto esta situación, donde padecemos lo más triste y caótica de los problemas existentes como son: los malos servicios de agua potable, luz eléctrica, gas doméstico, gasolina, transporte público, hospitales, asistencia médica, educación, medicamentos, alimentos, y los más lamentable y doloroso es los millones de jóvenes y familias completas que han emigrado a otros países, dejando estudios, padres y hogar en contra de su voluntad, ya que aquí no tienen un futuro prominente donde desarrollar sus habilidades y prosperar como ser humano.

El deterioro es tan grave, que lo podemos comparar con un país del África llamada Uganda, este país sufrió la mayor destrucción de su economía en los años 70, con un dictador de nombre Idi Amín; este llevó al país a la ruina, donde la moneda no tenía ningún valor, la devaluación fue tan grande que una persona para adquirir un alimento, debería entregar grandes sumas de dinero devaluado para la compra del producto; la mala administración fue tan inmensa que las condiciones del estado se ubicaron en el más bajo nivel de la pobreza.

Podemos decir con propiedad, que un país que tiene todos los recursos del mundo como son: petróleo, gas, oro, diamantes, aluminio, hierro, acero, bauxita, carbón, tierras productivas, agua dulce y otros; es lamentable que hoy esté en los niveles de destrucción, con la moneda devaluada, sin inversión extranjera, sin ofertas de empleo y poca producción. Solo la corrupción de negocios de alimentos producidos en otros países para mitigar el hambre a unas pocas familias; no existe una solución para resolver la crisis a todos estos problemas que por demás dramática a una pesadilla hecha realidad.

La moral se perdió en personas, que negando quizás la buena educación que recibió en el hogar hoy son observadas por el hecho de seguir un camino de ideologías pobres, solo mintiendo y manipulando versiones para estar bien con su grupo y además quedando como un ser inútil donde la vergüenza y mediocridad se quedó con él; es así como la desidia, negligencia y disidencia llenó todos los espacios en el país, donde la decadencia quedó como la más triste y lamentable situación.

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