Hay personajes que se parecen tanto a sus pueblos, que se transforman como en un símbolo de ellos, que recogen las expresiones culturales y de identidad demostrándolo con su escrita. Como es el caso de Rómulo Gallegos; hablar de él, es hablar de Venezuela, ya que Gallegos a través de su escritura observó y edificó una Venezuela con bases literarias. Este país está sembrado en El último Solar, en La Trepadora, y qué decir de Doña Bárbara, Sobre la misma Tierra, entre otras de sus obras.
Gallegos cierra el ciclo literario meramente costumbrista, para crear un modelo de literatura conocido como el Superregionalismo, que es espejo de una realidad multicultural, de un pueblo rico. Primeramente en lingüística, en donde se reconoce la geografía, el paisaje, la fauna, la flora, la variedad histórica y por su puesto lo más trascendente de la humanidad como lo es hombre a todo esto le agrega una hermosa y rica escritura.
Crónicas e imágenes de Carvajal de Luis Huz, es un corpus de expresiones culturales carvajalenses, unas vivencias, creencias de sus habitantes, que los últimos tiempo, algunas de ellas, han venido cambiando, unas han desaparecido y otras se mantienen. Lo importante de la escritura, es que ellas sellan para temporalidad la existencia de un pueblo.
Este es un gran trabajo para la etnología trujillana, ciencia que se encarga de estudiar la diversidad cultural de las civilizaciones, ya que esta disciplina concibe la cultura como una pluralidad. También la facultad de hacer estudios comparativo de esta ciencia social, en las distintas dimensiones de la sociedad. Su método es la etnografía que cumple con etapas esenciales como lo son: el proceso etnográfico y el segundo es el producto.
Cumpliendo los pasos de la escogencia del tema, la preparación del documento, la investigación de campo y finalmente la conclusiones, esto corresponde a la etapa del proceso. En el producto se realiza el análisis, la elección del género de escritura finalizando con la construcción del texto. En Venezuela los estudiosos de etnología más destacados han sido Julio César Salas, Lisandro Alvarado y Rafael María Urrechaga.
En Crónicas e imágenes de Carvajal la primera fuente bibliográfica es la oralidad, además está sustentada en cada uno de sus trabajos con imágenes y por supuesto la bibliografía de textos. Por lo general, en la construcción de los ensayos el autor conceptualiza de una forma universal la temática a desarrollar. Que es una característica de la etnología, luego desarrolla las vivencias locales, tratando de mantener la mayor autenticidad de cómo sucedieron los hechos.
En estos trabajos nos encontramos con un mosaico de expresiones culturales propias del municipio Carvajal, unas tienen categorías de crónicas, otras de historia local, algunas tienen elementos ficcionales y de imaginarios como lo son los mitos lugareños, propios de la literatura, desenvuelto en un entorno social que son parte de la cultura trujillana.
Variados son los tópicos como: rasgos biográficos, la fundación y el servicio del transporte público, la manufactura de cogollo, las peleas de gallos, las brujas voladoras, la tradición de los pesebres, la Semana Santa, las pulperías, la llorona, las botijas, la fabricación de cotizas, la lotería de animalitos, las panaderías, la fábrica de chimo, las parteras.
Los peluqueros, los encargados de embellecer a los habitantes de Carvajal, entre ellos se encuentran: Marcial Blanco, quien tenía su peluquería ambulante con servicio a domicilio de la cual ofrecía buen servicio diciendo: “Acomódese, siéntase a gusto, sepa usted, que dentro de este cajón cargo todo lo que necesito pa´ motílalo y dejarlo nuevecito, como patiquín rico y bonito”.
El patiquín es una expresión lingüística popular que tiene un significado elegante, egocentrista y de alabanza, o también de una categoría despectiva. Eso depende en muchas ocasiones de la forma como se pronuncie. Eso es la palabra de un pueblo, es una invención así como muchas otras voces. Bueno, como los pueblos son mágicos que eternamente se están inventando.
Crónicas e imágenes de Carvajal es una serie de artículos publicados todos los domingos por el Diario de Los Andes de Luis Huz, que con su escritura se ha transformado en un símbolo de memoria carjavalense. “Por sus obras los conoceréis”.
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