Norman Cardoze es una figura del béisbol de Nicaragua y estuvo gravemente enfermo de coronavirus, como su hijo, jonronero que a punto estuvo de morir. Compartieron sala mientras estuvieron internados, además de que vio fallecer a su colega y amigo Carlos Aranda. Ya recuperado, dio un fuerte testimonio ante la prensa, el diario Olé lo reseña. «No es fácil ver a la gente asfixiándose y ahí mismo fallecer. Sólo en mi sala murieron como diez. Y desde ahí escuchábamos aquel martilleo, pam, pam, pam. Eran los ataúdes que estaban clavando en la otra sala», dijo. «Lo más triste fue el desvanecimiento y la falta de respiración. Ver a mi hijo tendido en una cama, darle de comer para que no muriera…», recordó.
Contagios luego de un partido
Padre e hijo se enfermaron después de un partido en Bonanza, un municipio minero, y fueron hospitalizados. Las pruebas confirmaron que tenían coronavirus. El 17 de mayo fue internado el coach Aranda, quien murió el jueves 21. A pesar de ello el resto del equipo jugó dos partidos más aquel fin de semana. «El era mi coach y yo lo vi morir, eso no se lo deseo a nadie», contó Cardoze. El gobierno del presidente Daniel Ortega se negó a aplicar medidas de distanciamiento social y promovió las actividades públicas. Oficialmente, se informaron 46 muertos y 1.118 contagios en el país. Sin embargo, el grupo no gubernamental Observatorio Ciudadano, formado por médicos y activistas sociales, informa que son 805 los fallecidos y 3.725 los casos positivos.
“Neumonía atípica” por Covid
Una muestra ocurrió a fines de mayo: el periodista Gustavo Bermúdez falleció en un hospital privado de Managua. Su hija Irma mostró un acta de defunción que consignaba «neumonía atípica» como causa de fallecimiento. «El doctor me dijo a mí que era por Covid, pero que por órdenes del gobierno ellos no podían poner Covid», aseguró la mujer. «Dicen que no mueren por el virus, pero nosotros a cada rato veíamos pasar a los enfermos en las camillas, ahogándose. Y después pasaban cajas y más cajas. Yo miré los cuerpos tendidos, cuando los envolvían en plástico, los amarraban con nudos en los pies y en la cabeza, y sellaban las cajas con clavos. ¿Qué otra cosa más puede ser?», dijo Cardoze.
Reanudación el 26 pero…
La muerte de Aranda impactó a la gentes del béisbol (el deporte más popular del país) y, a pedido de los jugadores, las autoridades suspendieron el emblemático campeonato nacional hasta el 26 de junio. Para Cardoze, los juegos deberían cancelarse indefinidamente. Varios deportistas contaron que jugaron bajo presión, con amenazas de ser expulsados si abandonaban su trabajo. Carlos Aranda Salazar, padre del coach fallecido, confirmó a la agencia AP que su hijo se vio obligado a seguir jugando.