Seúl, 18 abr (EFE).- Corea del Sur y Estados Unidos inician hoy sus maniobras militares combinadas en un momento de especial tensión en la península marcado por la escalada armamentística y los repetidos ensayos de proyectiles de Corea del Norte, que parece estar preparando también un test nuclear.
«La República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) y Estados Unidos han decidido llevar a cabo su entrenamiento de puesto de mando combinado (CCPT, siglas en inglés) para la primera mitad de 2022 durante 9 días a partir del 18 de abril», explicó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
El entrenamiento, que se basa en simulaciones por ordenador, arranca apenas un día después de que Pionyang anunciara que ha probado un nuevo proyectil diseñado para equipar armas nucleares tácticas.
A esa prueba se suman otras 12 realizadas este año (una cifra récord), incluyendo la de un misil balístico intercotinental (ICBM), la primera de este tipo desde 2017.
En aparente respuesta a ese test, por primera vez en cinco años Washington decidió enviar uno de sus portaviones a hacer maniobras en las cercanías de la península.
A su vez, se espera que el régimen conmemore la fundación de su ejército el próximo 25 de abril con un desfile militar en el que podría desvelar nuevas capacidades, mientras los satélites siguen detectando actividad que indica que Pionyang prepara su primer test nuclear en algo más de cuatro años.
Ante este panorama, algunos analistas consideraban que el CCPT que arranca hoy podía involucrar también el despliegue de activos sobre el terreno de cara a mostrar músculo militar.
Pero el JCS ha especificado que el CCPT «es un ejercicio de puesto de mando defensivo que emplea simulaciones por ordenador y no incluirá maniobras de entrenamiento reales con soldados».
Pionyang normalmente ha condenado estos ejercicios, que buscan poner en práctica procedimientos operativos en caso de guerra (lo que incluye repeler una invasión y contraatacar), asegurando que son un ensayo para invadir su territorio.
Ante un escenario que empieza a recordar cada vez más a los picos de tensión alcanzados en 2017, cuando Pionyang y Washington se amenazaron con ataques armados, el enviado para negociaciones nucleares de EE.UU., Sung Kim, llegó hoy a Seúl para un viaje de cinco días.
Kim se reunirá con autoridades surcoreanas para analizar la situación en un momento en que Corea del Norte permanece completamente aislada del exterior por la pandemia y sin mostrar voluntad de retomar un diálogo bloqueado desde 2019.